En las ciudades la múltiple diversidad de lugares en los cuales encontrarse a un conocido es increíble: en la cola del pago fácil, en la espera del semáforo, en la góndola de los lácteos del super, en algún vagón o interno del transporte público, en el escritorio de reclamos de las compañías de servicios telefónicos. Si este conocido ya ocupa un lugar en nuestra rutina, es fácil entablar alguna conversación, algún comentario, tal vez alguna mención a personas conocidas en común. Pero si el rostro nos es vagamente conocido y además, lo vemos sacado del contexto en que sí es posible su rápido reconocimiento, pueden ocurrir confusiones lastimosas y a veces dolorosas... En esos encuentros salen a relucir nuestros dotes de memoriosos y relacionistas. A su vez, la conversación suele ocurrir a voz en cuello por lo que un error desemboca en una situación nada cómoda.
Mucha gente de los pueblos pequeños tiene la fantasía de pasear por una ciudad donde nadie los conozca. Ni hablar de aquellos que salen con una pareja que no es su señora y no quieren ser interrumpidos por un encuentro casual. Pero estas historias siempre terminan de la misma forma: ¿A que no sabés con quién me encontré?
Es muy feo cuando no recordas el nombre del otro o cuando te lo confundís. Me pasó en la cola de un banco, saludar a un señor convencido de que era el padre de mi amiga, y cuando le pregunte ¿como está caro? tímidamente dijo que bien, y quedé dudando. Al día siguiente le dije a mi amiga que lo había visto al padre. A lo que respondió que era imposible porque estaba en el extranjero. ¿Y a quién coños saludé?. Tuve la respuesta días después, cuando descubrí que había saludado a un vecino, padre de dos niñas, ninguna carolina, por cierto.
ResponderEliminarSuele pasarme que salgo a algún lugar y todos me conocen y yo no conozco a nadie =(
ResponderEliminarNo es que yo tenga mala memoria, lo que pasa es que un tipo de más de 2 metros es fácil de recordar.
Saludos!
Ah, ohhh!!! uhh... uhuuuu! este es mi primer comentario acá. (volveré y seré más comments)
Pensaba. Si bautizas este blog, yo tendría que ser la madrina, no? =P
ResponderEliminarJulia:
ResponderEliminarPodemos hacer una ceremonia similar al bautismo, algo equivalente, digamos romper una botella contra la proa como cuando se bota un barco o un corta de cintas, más acorde con mis funciones de intendente. Y si, sos la madrina y, cuando pueda, te recompensaré por este daño (esto dicho con muchisimo orgullo, respeto y cariño) que me has hecho al introducirme en este mundo. Gracias dije?
Pande:
Vuelva cuando quiera, cuando pueda o cuando lo dejen. A usted lo banco a muerte sabe? Pande rulls!
Ahijado, feliz cumpleaños, perdón el retraso!
ResponderEliminarQuiero la ceremonia!