viernes, 21 de mayo de 2021

Hilo musical en el encierro

En esta tarde gris, en la víspera de un nuevo encierro y con la tormenta por la ventana amenazando caer, sintonicé la radio en FM, subí el volumen al máximo y sin desearlo escuché nuestro tema que inundaba el despacho en profundas e hirientes, punzantes notas musicales. 
Me recliné en las profundidades del sillón, me encerré rodeado de mis pensamientos que iban rotando sin pausa del más agradable éxtasis de inmensa felicidad de tus recuerdos hasta unos indescriptibles nudos en la garganta (y en la espalda) de la angustia de todos los días. 
La canción que sonaba, sus acordes melodiosos fueron un viaje sensorial que me transportó muy lejos sin necesidad de levantarme de donde estaba, con los ojos cerrados con firmeza. Y de pronto, como salido de un sueño ajeno escuché tu única voz que imperiosa gritaba, que con dulzura susurraba mi nombre, que me empujaba y me elevaba. 
La radio, ahora molestando vendiendo electrodomésticos que se rompen al primer uso y dando  sin anestesia malas noticias en general me impedía poder saber de dónde venía ese dulce e irresistible llamado.
Entonces abrí los ojos muy lento, muy despacio, como acariciando, como disfrutando el movimiento; alcancé a percibir entre grises brumas y sombras tu rostro, tantas veces deseado, tu pelo perfumado y ya no necesité saber nada más. 
Lejos, muy lejos de mis sentidos, la radio aún anunciaba el siguiente tema. 

jueves, 6 de mayo de 2021

La verdad sobre la lluvia y mi escritura

 Miro la pantalla y transpiro. Me pasa eso cada vez que deseo escribir algo y la imaginación se ha tomado vacaciones dejándome sin recursos. De ahí que traspolo la culpa y la resignación y pienso en lo que haría un autor desesperado por encontrar la huella del texto, el rastro que inevitablemente está marcado para el alineamiento perfecto de las letras; mirar por la ventana es algo trillado, lo mismo que releer cartas lacrimógenas o golpearse el dedo chiquito contra la pata de la cama y hablar sobre eso. Tampoco sirve llamar a los amigos para que te cuenten sus vidas, de más está decir que sus problemas exceden a cualquier literatura medianamente racional.

Salir a mirar un puente bajo una lluvia torrencial o sentarse en un banco público de una plaza cualquiera podrían ser opciones que un artista podría considerar válidas, cosa que disto bastante de ser.
Aunque pensándolo bien, hablar exorcisa las cuestiones que abordan, las humaniza, las hace alcanzables y un poco menos imposibles. Lo difícil sería en este caso encontrar alguien que retruque, que movilice, que sea transgresor y original para compartir el experimento. Y lo es, no hay caso.
Miro la pantalla y no me gusta lo que leo. Borro y reescribo, sin éxito. Queda bastante más mal redactado y más vacío que la primera vez. Empiezo a creer que el camino no es ni tan claro ni tan inevitable. Por lo visto, estoy enamorado de una novia esquiva. Llover, no llueve y será imposible salir a mirar puentes.
Que se me haga un nudo en la garganta de emoción al ver una película más cercana a la comedia que al drama me perturba. Me estaré poniendo viejo? Cualquier cosa me inunda los ojos al punto que debo mirar para otro lado y hacerme el distraído para que no se me note. Podría aprovechar esa debilidad para empezar pero como soy medio caído del catre, pierdo el impulso inicial y dejo pasar el tren. Aparte, me delataría. Todo el mundo sabe que lo mío es medio autobiográfico y medio delirio.
Podía llover un poco así le echaría la culpa de que mi camisa esté empapada...

sábado, 1 de mayo de 2021

Esta gran ciudad impura

 "La gran ciudad absorbe todo, 

mi tiempo, mi pensamiento, 

me aleja de vos, de lo que siento.
Las inertes paredes de concreto
me cubren las espaldas
cuando camino por las veredas
ardientes y llenas de sol.
Los edificios de forma inhumana
se asoman amenazantes hacia mi
y la rutina de los horarios
me enloquece aún más.
Las calles inundadas de ruido
ensordecen mi sentir, 
las luces de los autos
enturbian mi mirada 
ya bastante ensombrecida por mis lágrimas
que se deslizan llevándose algo de vos. 
En esta gran ciudad invisible
arrastré mis pasos sin huella hacia el fin
de esta avenida polvorienta
sin saber siquiera si te importaba
sin recordar por qué estaba solo.

Esta gran ciudad agranda mi habitación,
estira las distancias,
favorece el olvido."