Ya no estás para estas cosas,
la realidad te asombra y te disgusta,
vos querés convencerte que tal vez te equivocás
y tu inmadurez te permite ser tan insoportable,
pero el ciclo se cierra sobre sí mismo una vez más,
repitiendo hasta la eternidad una única sucesión de hechos
que por supuesto no te satisface
pero por miedo, por cobardía no te atrevés a cambiar.
Lo que pasa te es ajeno, te ofende
vos querés convencerte que tal vez te equivocás
y tu inmadurez te permite ser tan insoportable,
pero el ciclo se cierra sobre sí mismo una vez más,
repitiendo hasta la eternidad una única sucesión de hechos
que por supuesto no te satisface
pero por miedo, por cobardía no te atrevés a cambiar.
Lo que pasa te es ajeno, te ofende
te cuesta integrar a tu vida lo que ves por la ventana
los colores no se hicieron para eso, decís
y te escudás en retorcidos párrafos, argumentos oxidados,
pudiendo hacer un poco más de esfuerzo
para sentir en la piel lo que al otro le quema.
Ya no estás para estas cosas
te reiterás mentalmente, pensando,
tal vez si me convenzo la realidad cambie por otra
no tan dura,
no tan terrenal.