1- El café tomaba temperatura de a poco sobre la cocina a leña; el olor
exquisito a pan casero se esparcía incluso hasta la planta alta donde
dormían los demás. La casa ubicada en la esquina frente a la terminal de
ómnibus despertaba de a poco de su letargo, unos armando sus bolsos,
otros preparando el mate.
2- Por la ventana entraba un viento frío que venía del lago que helaba la cocina de la cabaña; ya se sentía en todo su esplendor el otoño cordillerano, en las mañanas frías de cielos despejados y árboles amarillentos. Ella lo miró, la espalda contra el edredón y los ojos cerrados. Se levantó lentamente, tratando de no hacer ruido, buscó sus cosas y sin despedirse, salió en dirección al cerro.
3- Ni bien ella entró en el salón, lo vio conversando con sus compañeros, enérgico y bien plantado, con ese aura de seguridad masculina que la dejaba muda. Buscó entremezclarse entre los corredores que animadamente comentaban la carrera, pero no hubo nada que hacer, él ya la había visto y caminaba en cámara lenta hacia ella. Se le paralizó el corazón, se le llenó el corazón de vergüenza y su rostro se puso rojo al instante.