lunes, 25 de junio de 2012

Historia en tres capítulos - Capítulo 2


Los sueños más terribles, pesadillas infernales

Con la paciencia infinita que le proveía la sed de venganza, comenzó por desprenderse de todo lo que lo vinculaba con su anterior vida: eso estaba muerto y bien estaba así, lo enterró pero no lo olvidó. Empezó de nuevo, se fue a otro barrio, desempeñó todos los trabajos que nadie quería, limpió letrinas, destapó cañerías e incluso algunas actividades ilegales de vigilancia y traslado de una de las cuales se salvó de la cárcel de milagro; después se embarcó en alta mar donde el aislamiento y las tareas desagradables forjaron aún más su temperamento hasta que desapareció nuevamente en un intento desesperado de querer esquivar a la memoria. Más tarde, se internó en los campos petroleros enfrentando peligros inimaginables, incluso la soledad. Al final de todo eso y pasados unos años, volvió a la ciudad, se fabricó una nueva identidad y comenzó a ascender socialmente, arregló relaciones, cerró sociedades beneficiosas y estableció valiosos contactos, empezó de nuevo una vida que se consideraría normal, convirtiéndose en una especie de Montecristo moderno.
Pero sus noches no tenían nada de normal, pobladas de pesadillas, de venganza y sudores, de muerte sin piedad. En sus sueños, los rostros macilentos de sus padres lo miraban con ojos vacuos y expresión tristísima haciendo que se estremeciera de dolor. Y rencor. Y él, estirando los brazos como queriendo protegerlos les decía que todo iba a estar bien, pero ellos no lo escuchaban, su boca se movía sin emitir sonido y de a poco se borraban sus siluetas, se perdían en la penumbra y no había forma de salvarlos. Todas las noches, sin excepción, la pesadilla lo visitaba.

miércoles, 20 de junio de 2012

Historia en tres capítulos - Capítulo 1


La raíz de toda venganza (y su fruto) es la muerte.

Después del cierre precipitado de la fábrica que pertenecía a los hermanos García Maldini fue como si la realidad hubiera agarrado un tobogán vertiginoso, interminable. Las causas de la quiebra quedaron en duda, se supuso una maniobra para evitar impuestos, de esas que en la historia abundan y los empleados fueron el eslabón más perjudicado.  Juan, un inmigrante de esos que se arremangan para todo, era el sostén de su familia y sus sueños se oscurecieron de pronto cuando el telegrama llegó a su puerta. En cuestión de meses se desmoronó, se rindió al alcohol, un camino que pareció sencillo; más tarde a la violencia doméstica y finalmente a los fantasmas. En tanto su mujer Alicia soportó ver esfumarse sus ahorros que había juntado de soltera, se hizo inmune a los golpes pero no pudo esquivar la tristeza y la soledad; su última esperanza fue desear que Hernancito pudiera olvidar esta desgracia y seguir adelante.

Sus ojos se mantuvieron abiertos, sin parpadear, viendo como la vida escapaba de sus cuerpos, en trémulos estertores, temblores que nunca olvidaría; de esos ojos incrédulos cayeron sin obstáculos dos pesadas lágrimas. Quiso contenerlos pero sus pequeños brazos de niño de 7 años no podían cumplir esa hazaña, de a poco recibían el inevitable frío de la muerte. Su espíritu murió con ellos y desde ese mismo instante comenzó a planear su desquite.

martes, 12 de junio de 2012

Mala manera de pasar un fin de semana

Amanece en el valle, una mañana muy fría y soleada. Las vides soportan impasibles el paso del otoño arrugando sus hojas secas y convirtiendo en pasas las pocas uvas que sobrevivieron a la vendimia estival.
En fila y aferradas a una guía, las plantas de malbec y merlot reciben los primeros rayos de sol a la espera de la poda que pronto los operarios llevarán a cabo; más allá las plantas de chardonnay reciben por goteo controlado la dosis exacta de humedad para que sus racimos generen el mejor varietal.
Pasos trémulos a la entrada de la bodega, vacilantes. El enólogo, embriagado de placer, prepara las botellas que el grupo de ejecutivos catará un poco más tarde; botellas que contienen vino de calidad de exportación serán abiertas y disfrutadas en un almuerzo de negocios. Mientras tanto, en la cocina, el chef realiza el maridaje más exquisito entre los vinos seleccionados y el menú exclusivo sabiendo de la importancia del evento.
Los comensales llegan de a poco de un paseo por el campo. Se ubican uno a uno en la mesa frente a las brillantes copas de límpido cristal; unas tablas de quesos y fiambres variados otorgan a la mesa un aroma campestre. 
El vino tinto comienza a llenar las copas, los aromas recurren a recuerdos para buscar similitudes, los sabores se revuelven tumultuosos sobre la lengua y raspan gargantas delicadas. Los taninos, los sedimentos, los brillos y ese inconfundible color bordó tiñen de exóticos sabores los paladares de los comensales.
Finalmente, el color oro brilla dentro de las pequeñas copas. Dulce uno, un poco más ácido el otro, la calidad y el esfuerzo se saborea en finísimos elixires destilados con sabiduría.
Paseo por el viñedo, hotel boutique, finos vinos y excelente comida: una manera diferente de pasar un fin de semana...

martes, 5 de junio de 2012

Esfuerzo

Es posible que en el tránsito de esta vida tan particular te cruces con ciertas personas que critiquen tus palabras pronunciadas con conocimiento, que cuestionen tus actos por mucho tiempo reflexionados, que se burlen de tus ideales con mucho trabajo apuntalados.
Es muy factible que ante semejantes reacciones te sientas tentado e imitar sus modos desgarbados, faltos de compromiso, porque la palabra escupida sin pensar es el verbo más fácil de usar para rellenar sin mucho esfuerzo huecos de molesto silencio.
Sin embargo, es loable el fatigoso labor de mantenerse firme en sus nobles ideas sin flaquear, sin prisa pero sin miedo de avanzar hacia terrenos inhóspitos, incluso agresivos pero con la seguridad de la templanza definitiva y el advenimiento algo tardío, es cierto, pero merecido, justo, de las verdades durante tanto tiempo enarboladas.