domingo, 24 de abril de 2011

Atlas invisible de la ciudad

Aunque un simple mapa, con su tendencia a abusar de la exactitud podría indicar ciertas características de un lugar, no es posible percibir esas otras cosas interesantes que solo se pueden descubrir estando allí. La Ciudad tiene calles sin salida, edificios notables, avenidas iluminadas y plazas espaciosas. También tiene plazoletas traicioneras, bulevares infernales poblados de conductores veloces, rotondas malévolas y casas invadidas de espíritus.
De una rápida mirada a un atlas confeccionado sin criterio ni orden podríamos ver ciertas joyas que más nos espantarían por lo ridículas que por lo horrorosas. Nadie quedará impresionado por lo que a continuación se enumere, no se emitirán juicios ni se adjetivará para evitar que las masas susceptibles se espanten.

El Mirador o el Hotel al aire libre.
De día es un lugar adorable, con un pequeño muro de piedra redonda que demarca hasta donde debería la gente adentrarse siguiendo la línea de la barda. De allí se posee una vista increíble que abarca muchos kilómetros, incluso se puede ver otra provincia. Familias se acercan a disfrutar del espacio libre, grupos de amigos comparten termos interminables de mates y las bicicletas le dan movimiento aleatorio. Al anochecer se reemplaza esta imagen por una fila interminable de vehículos que se parapetan uno contra otro, que se mecen rítmicamente prometiéndose sus ocupantes amor eterno o por lo menos diez minutos de apresurado placer.

El Cajero del Reality.
Los cajeros automáticos deberían ser cubículos cómodos, iluminados por dentro con un pequeño estante para apoyar las cosas que uno lleva en la mano e incluso un gancho para que las damas cuelguen allí sus carteras o los caballeros sus gabanes y por sobre todas las cosas que no se pueda ver desde la calle que alguien está allí dentro. Existe un cajero sobre la avenida principal que es lo opuesto a todo esto, tiene una vidriera que le otorga al comensal de la heladería de enfrente disfrutar del placer de ver al cliente marcar su código de seguridad. Tengo la sospecha que la cámara instalada es más para espiar que para vigilar.

La Plaza Magnética.
Cada vez que tomes un colectivo o incluso un taxi en cualquier lugar de la ciudad y cualquiera sea tu destino el recorrido pasará por la plaza Italia. Es un pequeño espacio verde en el cruce de las calles Ushuaia y Ameghino y todos los que tienen que ir a la universidad, terminal, mercado de frutos, centro comercial o cabaret pasarán por allí. Es un vórtex vehicular, un remolino que atrae a los coches como la miel a las moscas, aunque es inoperante para las bicicletas y patinetas y apenas medible para los peatones.

Si hubiera más lugar se consignarían otros sitios de interés tales como La Fuente de la Juventud, La Cancha de los Meniscos Perdidos y El Hotel de los Divorciados pero ya es suficiente por hoy.

miércoles, 20 de abril de 2011

No-consumismo tecnológico

Me pasó algo increíble: fui a una empresa de celulares dispuesto a erogar de mi pecunio una elevada cantidad a cambio de un dispositivo tecnológico y no pudieron ni supieron satisfacer mis exigencias, por lo que me retiré igual en mis finanzas y en mi estado de incomunicación. Porque mi idolatrado V3 ya no da más, quiere vacaciones permanentes, sus poco más de 4 años de existencia le parecen suficientes y se amotina demasiado seguido. Y me sorprendí que no me hicieran un tacle para intentar detenerme cuando enfilé hacia la puerta de salida. Es más, quise imaginarme el calor de la seductora vendedora en mi nuca pero no; ni siquiera el guardia de seguridad me espetó agresivo la obligación de retirarme con una compra al menos.
Antes de eso, una insistente requisitoria de mi parte para tratar de concretar allí mismo el voluntario saqueo de mi billetera: que un abono de acá, que un touch de allá, que ese número free y que aquél modelo, sin poder lograr quedar mínimamente convencido.
Así que no intenten llamarme (ya sé que no lo harán, es algo retórico), si quieren comunicarse conmigo, mi casilla postal es la número 14. Y que sea por cosas importantes, por favor.

sábado, 16 de abril de 2011

Mirada

Mirada como ausente, como queriendo no llamar mucho la atención aunque ella esté presente; mirada profunda, oscura, como señalando que realmente es ella la que tendrá te guste o no la última palabra.
Mirada penetrante como si quisiera de solo un golpe poder leerte los pensamientos que guardas en tu mente.

Ojos oscuros de mirada furtiva vivaz y luminosa que todo lo ve y todo lo recuerda. Ojos estrechos de inerte fotografía pero astutos y calculadores, saben siempre todo lo que tienen que ver.

Mirada de estudio como adivinando tu punto débil, talón de Aquiles, taladrando tu corazón y dejándolo sin fuerzas siquiera para latir; mirada dulce y saltarina, muy viva como mostrando al mundo su entereza de espíritu, la fortaleza de sus convicciones, la pureza de sus principios.
Mirada y ojos de amiga sincera y leal, de persona con ideales de ser extraordinario, mirada y ojos de un alma gemela.

martes, 12 de abril de 2011

Letras en colaboración

Tal vez no se hayan dado cuenta porque está pequeño, porque les da fiaca llegar hasta abajo y nadie se los pidió, porque nada bueno puede salir de eso... Tal vez sea cuestión de facilitarles las cosas y obligarlos con un decreto a hacerlo.

La cuestión es que hay varios factores que se combinaron: mi tendencia a hacer de un comentario propio en blog ajeno un intento patético de mini texto inolvidable, actitud que me ha granjeado no pocos adversarios; un momento en que esta Ciudad se remodeló y necesité de un sitio para experimentar a prueba de fallos y finalmente una compañera ideal, una pieza del mismo rompecabezas, un catalejo que apunta hacia el mismo lado, un motor incansable de ideas y conceptos.

De esta dinámica personal surgió aquello y lo pueden apreciar acá también, porque en definitiva es la cristalización de esa dinámica, ella propone y yo acepto, ella apunta y yo aprieto el gatillo, ella camina y yo corro tras de ella. Ella la tiene clara y yo me nublo. Desde ya te agradezco la paciencia (nos llevó más tiempo del que se necesita para leerlo) y espero también que no sea el único que escribamos juntos. Gracias Laura!!

Y si no pueden verlo, no sean fiacas, vayan hasta abajo y allí encontrarán el camino. No me hagan poner dictatorial.

Int. Etienne

jueves, 7 de abril de 2011

Las manos manchadas

-Ya sé cómo lo hizo. -me dijo en voz baja pero con un tono muy seguro.

Eran cerca de las 7 de la tarde y estaba yo en mi despacho, toda la Intendencia en penumbras, sentado en el sillón, pensando que algo estaba mal. Estaba a punto de hacer un anuncio que iba a afectar no solamente la vida de varias personas sino la imagen de la gestión toda, iba a disolver una secretaría completa por irregularidades en sus funciones específicas. Estaba en una situación donde debía tomar una decisión y las cartas no eran las mejores y la apuesta demasiado alta, cuando la puerta se abrió y el coordinador de turismo, un universitario con algunas ideas locas, entró y después de cierto titubeo, me dio la respuesta.

Al volver del noticiero, ya el culpable estaba tras las rejas y con una causa en su contra por malversación de fondos públicos y, no sé que carátula tiene esto, venta de contrabando de las cajas sociales.

Dejaremos para otra ocasión los detalles del relato de cómo, por casualidad y no tanto, se descubrió esta trama de latrocinios y negociados a costa del pueblo.

lunes, 4 de abril de 2011

No puedo

Y las horas son ráfagas de frío viento que pasan raudas, que no dejan provecho alguno porque no puedo con esta carga que solo llevo, porque no puedo vivir ya más sin decir todo lo que mi corazón oculta.

Y todas las miradas se posan en esos fenómenos pasajeros que no sirven, que maltratan el cuerpo y el alma.

No puedo soportar este eterno encierro que yo mismo provoqué y que tal vez merezca; si quizás tu me escucharas y comprendieras que la soledad fue mi amiga y compañera por mucho tiempo habría una posibilidad de escapar a mi fatal destino.

No puedo sacar esa idea de mi cabeza, me ronda como cazador al acecho sin darme tiempo para pensar.
Espero tu ayuda, amigo, amiga,
conocido, desconocido,
que lees estas cansadas palabras
pues solo ya no puedo.