Iba con el rostro pegado a la ventanilla y sentía su cuerpo roído por la excitación: 'Voy a ver Lima'. A veces, su madre lo atraía hacia ella murmurando: 'Richi, Ricardito'. Él pensaba: '¿Por qué llora?'. Los otros pasajeros dormitaban o leían y el chofer canturreaba alegremente el mismo estribillo, hora tras hora. Ricardo resistió la mañana, la tarde y el comienzo de la noche sin apartar la mirada del horizonte, esperando que las luces de la ciudad surgieran de improviso, como una procesión de antorchas. El cansancio adormecía poco a poco sus miembros, embotaba sus sentidos; entre brumas, se repetía con los dientes apretados: 'No me dormiré'. Y de pronto, alguien lo movía con dulzura. 'Ya llegamos Richi, despierta'. Estaba en las faldas de su madre, tenía la cabeza apoyada en su hombro, sentía frío. Unos labios familiares rozaron su boca y él tuvo la impresión de que, en el sueño, se había convertido en un gatito. El automóvil avanzaba ahora despacio: veía vagas casa, luces, árboles y una avenida más larga que la calle principal de Chiclayo. Tardó unos segundos en darse cuenta que los otros viajeros ya habían descendido. El chofer canturreaba ya sin entusiasmo.
La ciudad y los perros - MARIO VARGAS LLOSA
Qué lindo fragmento elegiste!
ResponderEliminarYo ando canturreando sin entusiasmo también, como el chofer.
Ya contaré los motivos, pero aprovecho para pedirte disculpas por mi ausencia, que no tiene que ver con el abandono o el descuido, sabés?
Besote enorme en dosis doble para que compartas con la mamucha creadora de este amigo virtual de café al paso...
Recordaba de ñiño cuando el tren de 14 vagones y locomotora de vapor, se acercaba a Bariloche en noche de luna llena, entre medio de la precipicios de la precordilllera por Pilcaniyeu y Ñirihuau..hacía lo imposible para manetnerme despierto y ver como se emepzaban a ver las luces de la ciudad y el reflejo sobre el lago Nahuel Huapi..
ResponderEliminarAbrazo
Es un buen texto.
ResponderEliminarVargas Llosa no es de mis preferidos, pero relata bien.
Un abrazo.
Qué ganas a veces de volver a sentirse chiquito y protegido.
ResponderEliminarCómo cambian las perspectivas de grandes; esas distancias inconmensurables se tranforman en paseos y una gran metropoli en un pueblito.
Muy acertado el recorte como siempre y muy acorde al día por cierto.
Besos!
Blonda, no es necesario que pidas disculpas y no te preocupes que tu lugarcito en la Ciudad no lo va a ocupar nadie!! Y espero de corazón que los motivos puedan ser revertidos!!
ResponderEliminarYa nos tomaremos el segundo cafecito o cervecita, ¿por qué no?!
Besos!!
Hierba, yo por más ansioso que esté, el arrullo del vehículo me puede; me pego unas siestas de novela!! De todas maneras, esos paisajes merecen una vigilia! Hay un tren que sale de Viedma y hace el recorrido por la meseta de Somuncura y la línea sur hasta Bariloche, recomendable!
Abrazos!!
Gaucho, el autor tampoco e sun favorito (de hecho tengo sólo ese libro) pero quise hacer un doble homenaje a las madres y a él por su reciente premio. Y acá, se sabe que no discriminamos a nadie!
Abrazos!!
Lola, de chicos las distancias parecen mayores, somos posesivos y caprichosos con nuestras madres y cualquier cosa nos ofende. Poder conocer la capital de niño hace que la percepción del mundo cambie, se abre la cabeza a otra realidad!
Era un poco a propósito la elección!!
Besos!!
Leì el fragmento seleccionado y pensaba seguir de largo pero VARGAS LLOSA me puede y... ¡¡NO ME LO SOPORRRRRRRRRRRTO!!!!
ResponderEliminarjajajajajajajajaja
P.D.:Yasè,yasè,algùn dìa voy a tener que hacer algo para mediar entre mi cuestiòn de piel y el hecho de cultivarse un poco màs... O_o
BESITOS NÒBELES
muchas veces empece la ciudad y los perros y nunca llegue a la pagina diez, una asignatura pendiente, vio?
ResponderEliminarbesito
GABU, no leer a Vargas Llosa no significa no estar ilustrado (muchos no, ¿no?) pero está bueno leerlo y poder decir con conocimiento que eso no te gustó, que es muy lento o que su estilo no es de tu agrado.
ResponderEliminarLa ilustración, dejala a cargo de los iluminati(?) y los dibujantes.
Besos!!
Brujis, te entiendo. A mi me costó superar esas páginas de tediosa descripción y poder finalmente engancharme con la historia.
Si la encarás con ganas, te va a sorprender!!
Besos!!
el mejor libro de ese hijo de puta, y tal vez uno de los mejores que he leído en mi vida
ResponderEliminarbah, tal vez no, seguro!!
Me gustan los trenes.
ResponderEliminarY me gustaba quedarme mirando por la ventanilla todo el viaje, cuando iba a visitar a mis padres y era ése el único transporte que podía permitirme.
El viaje de vuelta sería de noche, el domingo, así que era EL momento para llenarme de verde la retina y soñar con la pampa de telón.
De Vargas Llosa leí sólo Los Cuadernos de Don Rigoberto.
Debe haberme gustado porque lo leí dos veces...
Etienne. Estaba impresionado por tu brillante forma de escribir, hasta que vi el final donde mencionas el autor del fragmento. Nada menos que Vargas Llosa. Nunca he leído nada de él.
ResponderEliminarAbrazos.
Horacio, no te tenía tan efusivo con la lectura! Me sorprendiste!!
ResponderEliminarEstá bueno el libro, pero no me convenció para leer otra cosa de él.
Abrazos!!
Jazmín, que lindo recuerdo que contás, las imágenes de la niñez son poderosas y muy perdurables!
Voy a conseguir ese libro y leerlo.
Besos!!
Antony, ni practicando llego al nivel de este señor, jaja!! Intentos, sólo eso quedan!
Abrazos!!
Vargas Llosa tampoco es uno de mis preferidos,(leí un solo libro de él, así que no puedo ser muy categórica al decir ésto)
ResponderEliminarSin embargo me gustó el fragmento de texto que elegió Etienne, si me gustó.
Y me han recomendado muchos libros de él. Pero leí uno solo.
Saludos
Caro, yo no podría recomendarlo porque este fue el único libro que leí de él y no pudo decir que guau, me morí al leerlo... Pero también estoy convencido que hay que leer de todo y un premio nóbel puede ser un muy buen comienzo!
ResponderEliminarBesos!!