Allá lejos, por el año 2001, una amiga que estudiaba profesorado de música debía presentar, entre otras cosas, un texto que hablara sobre eso, la música. Y no tuvo mejor idea que pedírmelo a mí que desafino aún tocando el timbre. Y salió esto:
"Aunque mis heridas manos ya no puedan seguir el ritmo de esa hermosa canción, yo igual las seguiré moviendo;
aunque mis dedos encallados no logren arrancar de esa derruída guitarra ni un sólo acorde, yo seguiré abrazando con fervor ese instrumento fiel.
Aunque mi cuerpo todo se niegue en forma terminante a bailar al son de la música, yo seguiré tercamente parado en medio de la solitaria pista, dejando que esa increíble, mágica combinación de siete notas musicales penetre por mis oídos y arranque de mis ojos cansados una pura, cristalina lágrima de emoción.
Porque a pesar de que el tiempo borre todo rastro, toda huella, la música permanecerá como un recuerdo indeleble reviviendo en nuestra imaginación momentos que jamás se irán de nuestra memoria.
Porque la música es el vehículo que transporta nuestras locas ilusiones hacia un lugar donde se pueden realizar;
es ella la música, la sal de la vida, el condimento que acelera nuestro corazón, la muleta de nuestros sueños inválidos, el libro de cuentos que emociona nuestro espíritu cansado de tanta injusticia.
Porque la música es musa inpiradora, es bálsamo para las heridas, es alegría para la gente, es pasión de multitudes, es reflejo de nuestras emociones, es...
la música es vida en estado latente."
Ok, tengo que cambiar la persona que me redacta los títulos...
ResponderEliminarjajajaja! Pobrecito, te comento, te comento.
ResponderEliminarGracias Conta!! Tampoco es que pido un aluvión de comments; con un par me conformo!
ResponderEliminar¿"Derruída?"
ResponderEliminarTe banco, sólo porque me había olvidado que existía esa palabra
Amigo, no me podías fallar!! Hay otras palabras pero las voy mostrando de a poco...
ResponderEliminarConectate chiquilín!!
Abrazos!