lunes, 2 de julio de 2012

Historia en tres capítulos - Capítulo 3


Lo único que quiero no me lo pueden devolver. 

Él miró su obra y sonrió con satisfacción. No era partidario de la violencia ni los golpes, nunca le gustaron esos inútiles derramamientos de sangre y grandes explosiones de las películas de acción, pilas de casquillos saltando de aquí para allá, eran para él inútiles recursos desperdiciados: para qué tanto espectáculo si con un “enter” se simplificaba todo.
Simple. Ubicó por internet uno por uno a todos los directivos de la fábrica, que ostentaban  otros puestos en otras empresas y gozaban de sueldos estratosféricos; con ayuda de los contactos que se había forjado y un software por él desarrollado les vació sus cuentas bancarias, les canceló tarjetas de crédito, publicó sus biografías, sus direcciones y datos personales, sus “proezas” financieras, desfalcos que dejaron las calles sembradas de desempleados deseosos de cobrarse el vuelto, los citó con diferentes excusas en un mismo lugar, una oficina del barrio más elegante de la ciudad, en un edificio exclusivo (por supuesto, no era su propiedad) y una vez allí, por video conferencia les informó quién era y las razones por las que los había reunido y qué iba a hacer con ellos. Como hacen todas las víctimas que tienen la conciencia sucia, lloraron, gritaron, rogaron de rodillas y suplicaron hasta la humillación. Pero Hernán, con el corazón endurecido por las eternas noches de pesadillas, no prestó atención a esas voces que chillaban piedad. Del sistema de ventilación empezó a salir un veneno que había descubierto en uno de sus múltiples y desagradables trabajos, que penetró poco a poco los pulmones y los dejó con esa expresión vacía, las cuencas de los ojos hundidas y los brazos extendidos, exorcizando de esta manera a sus propios fantasmas. 

13 comentarios:

  1. Finalmente, nos encontramos con el ciber-Tony Montana!
    -me impresiona la imagen de los ejecutivos respirando y muriendo, como en las cámaras de gas del genocidio judío-
    Bien ahí! Buen final.

    ResponderEliminar
  2. La informática ha abierto una nueva vía de acceso a la venganza... Hernán encontró una buena forma de desendemoniar los fantasmas que habitaban en él.

    Un buen final para esta historia.

    un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Està muy bien, pero yo soy chapado a la antigua.


    Nada mejor que una buena escopeta.


    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. y esa venganza habrá sido suficiente? o seguirá hoy con la boca seca y los ojos vacuos...pobre Hernán

    beso

    ResponderEliminar
  5. Es que algo había muerte en él primero, eso no le costó matar. El método es lo de menos. La leí por partes y hoy la releí enterita. Muy buen relato, Etienne!! Saludos van!

    ResponderEliminar
  6. Menos mal que no era partidario de los golpes y la violencia.......sino incendia media ciudad.
    Habrá cerrado un círculo pero los recuerdos no se van a ir nunca.
    Abrazo!

    ResponderEliminar
  7. ¡¡VAMOS TODAVÌA!!!!

    Ese es mi pollo!!! :)

    Yo hubiera preferido verlos revolcàndose de dolor y suplicando piedad hasta el ùltimo aliento,pero buè,se ve que los hombres tienen un poco màs de corazòn que las mujeres... ;)
    jajajajajajajajajajajajj

    BESOS Y ESTRATÈGIAS =)

    ResponderEliminar
  8. :)
    gracias por tu comentario y visita.

    un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Agustín, había intentado anticipar la imagen con la idea de las bocas que se mueven pero no dicen nada en el final del segundo capítulo, una licencia que me tomé!
    Gracias por las palabras!
    Abrazos!!

    Esil, creo con firmeza que la tecnología hoy disponible ha cambiado ya el mundo en muchos aspectos, incluido el que vos destacás. Aunque también creo que los fantasmas seguirán con él por un tiempo más...
    Gracias por las palabras!!
    Besos para vos!!

    Gaucho, en lugares con mucha vigilancia, cámaras de seguridad, registro de armas y huellas dactilares, es medio complicado zafar de un tiroteo. Por supuesto, si uno dispone de amigos en lugares indicados, es otra cosa.
    Lo voy a tener en cuenta para otro final alternativo!
    Abrazos!!

    Laura, no estoy seguro que las venganzas sean suficientes, te deben dejar con un sabor agridulce, una especie de veneno sin antídoto, una adicción sin cura...
    Los ojos vacuos se curan: cirugía de cataratas, jajaja!
    Besos para vos!!

    ResponderEliminar
  10. Sandra, lo que había en él es el sentimiento de emparejar la cosa, la muerte es la imagen de esa baraja; podría haber sido cualquier otra...
    Gracias por tus palabras, son puro aliento!
    Besos van!!

    Dany, si era un poquito más violento se ponía en contacto con terroristas árabes, se armaba una bomba de quichicientos kilotones y armaba un cráter para que los skaters se lo gocen!!
    Los recuerdos no se van nunca, ni siquiera habiendo nivelado la balanza.
    Abrazos amigo!!

    GABU, no pasa por el corazón, es algo que yo le llamo saña, las mujeres no se conforman con el cachetazo, no paran hasta que uno pide clemencia y aún así se quedan con ganas de retorcerte un poco más. Los varones nivelamos el orgullo, las mujeres no se conforman con tan poco.
    Besos muchos!

    Esil, siempre es un placer leerte!
    Besos!!

    ResponderEliminar
  11. Muy bueno!! Herman pro fin liberó sus demonios de una forma moderna, as la cibernetica. Un placer leerte, hasta pronto!

    ResponderEliminar
  12. Eso es tomarse la justicia por propia mano, envenenada, y seguro que se lo merecían pero qué drástico.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Marilyn, la modernidad modifica los medios, los hombres seguimos teniendo impulsos de la era de las cavernas!
    Besos y gracias por pasar!!

    MJR, tal vez la versión real terminaba con el protagonista pidiendoles trabajo o diciendo barbaridades por twitter, pero no dejaba de ser muy aburrido!
    Saludos!!

    ResponderEliminar

Mesa de entrada: aqui se recepcionan las consultas, quejas, solicitudes y reclamos. Le daremos un número de legajo y... paciencia! Es municipal, vió?