Los sueños más terribles, pesadillas infernales
Con la paciencia infinita que le
proveía la sed de venganza, comenzó por desprenderse de todo lo que lo
vinculaba con su anterior vida: eso estaba muerto y bien estaba así, lo enterró
pero no lo olvidó. Empezó de nuevo, se fue a otro barrio, desempeñó todos los
trabajos que nadie quería, limpió letrinas, destapó cañerías e incluso algunas
actividades ilegales de vigilancia y traslado de una de las cuales se salvó de
la cárcel de milagro; después se embarcó en alta mar donde el aislamiento y las
tareas desagradables forjaron aún más su temperamento hasta que desapareció
nuevamente en un intento desesperado de querer esquivar a la memoria. Más
tarde, se internó en los campos petroleros enfrentando peligros inimaginables, incluso
la soledad. Al final de todo eso y pasados unos años, volvió a la ciudad, se
fabricó una nueva identidad y comenzó a ascender socialmente, arregló
relaciones, cerró sociedades beneficiosas y estableció valiosos contactos, empezó de nuevo una vida que se consideraría normal, convirtiéndose en una especie de
Montecristo moderno.
Pero sus noches no tenían nada de
normal, pobladas de pesadillas, de venganza y sudores, de muerte sin piedad. En
sus sueños, los rostros macilentos de sus padres lo miraban con ojos vacuos y
expresión tristísima haciendo que se estremeciera de dolor. Y rencor. Y él,
estirando los brazos como queriendo protegerlos les decía que todo iba a estar
bien, pero ellos no lo escuchaban, su boca se movía sin emitir sonido y de a
poco se borraban sus siluetas, se perdían en la penumbra y no había forma de
salvarlos. Todas las noches, sin excepción, la pesadilla lo visitaba.
Muchas veces la mirada casi inquisidora de los padres nos atormenta desde un más allá no resuelto...
ResponderEliminarP.D.:Uno deberìa tener que hacer su vida sin culpas ni pesadillas tortuosas,despuès de todo,la vida es una y todo lo que decidamos sólo golpeará con su yugo sobre nuestras espaldas!!!
BESITOS SOMNOLIENTOS
No es justo que el pasado nos persiga. Deberíamos tener el poder de desvincularnos de aquello que no reporta satisfacción y tranquilidad, para evitarnos sufrir innecesariamente. Por mucho que él tratara de salir adelante, la muerte de sus padres (puesto que él no los mató, verdad??) le atormentaría toda su vida o acaso fue él, el asesino??).
ResponderEliminarYa me contestarás.
un abrazo
:)
Los recuerdos no persiguen.
ResponderEliminarEso lo hacen los fantasmas.
Buen relato.
Un abrazo.
Un trepa en ascensión durante el día y por la noche más le valdría ser insomne.
ResponderEliminarUn abrazo.
La paradoja de un pasado que lo persigue y lo abruma por las noches, pero que tambien es responsable del temple que construyó. Seguimos expectantes, pero le digo que va muy bien!
ResponderEliminarPues Etienne, qué vaina esta que expones en tu texto. Lo malo del asunto es que uno no puedo escaparse de sí mismo ni aquello que lo define y es su pasado. Quizás porque elegimos recapitular pero poco elegimos qué añadir. ¡Un abrazo enorme! F:
ResponderEliminarAlejandro, supongo que sin pasado no hay futuro que exista o peor, futuro vacío y sin esencia...
ResponderEliminarAbrazos!!
GABU, será que los hijos somos un reflejo condicionado de ellos, nos comparamos y vivimos esperando su aprobación. Es posible que hagamos nuestra propia vida, pero para eso es necesario estirar la distancia entre su portal y el propio!!
Besos!!
Esil, la justicia no tiene vela en este tema ya que la vida suele ser bastante injusta en general, aunque de hecho tenemos ese poder, pasa que solemos tener mucho miedo de ejercerlo! Él no los mató, se murieron de tristeza, de melancolía y la historia trata de su vida y el objetivo de vengarlos!
Besos!!
Gaucho, lo más peligroso son los fantasmas que vienen armados de recuerdos !!
Abrazos!!
Mjr, de la noche mejor ni hablar, son tremendas pesadillas, verdaderas producciones de terror!
Abrazos!!
Agustín, tan complejo es el ser humano que tiene estas dualidades, lo mismo que te provoca profundo dolor, te da también la fortaleza de seguir adelante.
No es nada original la historia, espero que la resolución guste...
Abrazos!!
Mista, podemos elegir algunos recuerdos, preferir uno sobre otro pero a fin de cuentas todos están ahí y forman parte de nosotros, todos nos componen, todos nos pertenecen.
Abrazos van!
Ya sé que él no los mató, pero sufrió durante muchos años, quizá gran parte de su vida por la muerte de ambos y éso es lo que considero injusto.
ResponderEliminarGracias por tu lectura.
un abrazo
Esil, desde que los padres murieron en sus brazos comenzó su calvario y con ellos murió su alma dejandolo sin otro objetivo que la venganza!
ResponderEliminarInjusto que los vivos sufran por los muertos, puesto que éstos continúan con su camino...
Besos!!
recovecos del cerebro que no sueltan los recuerdos, que los atan cada vez más fuerte al presente y noche tras noche los traen de la mano de las pesadillas
ResponderEliminarbesos
Laura, qué buena reflexión has hecho! Es el cerebro quien ordena, comanda y decide, quien nos lleva de la mano de sus caprichos, estamos a su merced, no hay forma de escaparnos...
ResponderEliminarBesos!!