París (FRANCIA)
En la vida las cosas se aprecian con la perspectiva de cuando te ocurren. Y el primer viaje al continente europeo en la juventud te golpea en todo su significado cuando te han sellado el pasaporte de regreso a casa.
Pisar la tierra de la revolución, de la literatura romántica, esa tierra regada por la sangre en miles de batallas, en cientos de filosas ejecuciones; esa nación de espíritus tan orgullosos como fieros, tan modernos como atados a ancianos prejuicios, generó en mi una especie de salto personal, un hipo en el alma que despertó ciertos mecanismos estancados.
Honrar la sombra del bosque que tal vez haya cobijado mis antepasados fue como una lección de historia en breves segundos. Arrastrar los pies sobre la tierra que le dio de comer (apenas) al árbol familiar golpeó mis recuerdos oxidados.
Breve paseo académico por las rutas galas, brevísima visita por sus íconos de tarjetas postales pero eterna cicatriz en mi memoria.
Yo amé incluso la decepción que también trajo consigo mi estadía en esa tierras europeas. Me enamoré también de un cuerpo que, entre lenguas ajenas, aveces no entiendo. Más allá encontramos símbolos que para siempre serán indescifrables. Entre caricias, entre abrazos y muchas miradas.
ResponderEliminarestaba viendo su foto y le digo algo, es una de las vista que más me impresiona de la torre
ResponderEliminaryasé me va a decir que estoy loca, bueno dígame algo que no sepa, pero esperar ahi debajo de la torre mientras uno hace la fila para poder entrar y observar semejante monstruo desde abajo, le juro que me impresionó sobremanera
hermoso recuerdo Etienne, besos en una baguette
Felipe, es muy cierto que podemos traducir idiomas pero nunca seremos capaces de comprender del todo esos simbolos, esas actitudes, esos gestos...
ResponderEliminarAún así, no menosprecie ni los abrazos ni las caricias!
Abrazos para usted!!
Laura, está bien no voy a repetirte tu diagnóstico (ya lo sabés de memoria); igualmente mirar hacia arriba entre los hierros es mucho más impresionante que mirar hacia abajo montado en ellos.
Besos para vos!!
algunas cicatrices son difíciles de curar
ResponderEliminarEnhorabuena por tu visita a la ciudad gala. Piensa que eres un privilegiado, algunas en el continente, aún no hemos pisado sus tierras.
ResponderEliminarun abrazo.
Shang Yue, algunas cicatrices no desean ser curadas para no dejar de ser recordatorios y pasar a ser simples marcas en la piel.
ResponderEliminarBesos para vos!!
Esil, el privilegio va más allá de ser un simple visitante y poder percibir lo que se ve de otra manera o esas cosas que el simple habitante no puede ver.
Y si realmente lo deseás, en el momento preciso tendrás ese privilegio!!
Besos para vos!!
recuerdo ese viaje, el mio. no fue a europa, fue una experiencia de independencia personal increible. besito
ResponderEliminar"...un hipo en el alma que despertó ciertos mecanismos estancados."
ResponderEliminarTan lejos hay que viajar para que se genere ese mecanismo y se produzca esa especie de hipo???
(dìgame que NO!!!!) :/
P.D.:Si Ustè cree (aunque sea algo) en la reencarnaciòn,esa memoria vivida anque sentida puede que sea deadeveras,no?? :)
BESUCOS
Brujis, para cada uno resulta una experiencia reveladora, digna de vivir, aunque sea un viaje a la esquina...
ResponderEliminarBesos!!
GABU, a ver, no me confunda la reencarnación con los choripanes! Una cosa es el hipo del alma y otro muy diferente es el que se le produce cuando anda mal de la respiración... Y no sé si creo, pero que a veces me parece la única explicación coherente!
Besos!!
Pienso que esos viajes se asimilan mejor con el tiempo. Uno entiende lo que vio cuando ya tiene ganas de volver a ir.
ResponderEliminarUn saludo.
Qué ciudad la elegida para celebrar las veinte ciudades!
ResponderEliminarPodría haber escrito yo este post, en cuanto a contenido se refiere (por supuesto que no podría haber logrado ese matiz poetico que siempre tienen los post por estos pagos, y mucho menos la exacta síntesis) pero las vivencias fueron las mismas...
Salvo en el detalle que tal vez era más pendeja, o lo que fuera, pero recuerdo que antes de ir mi madre me decía que nunca iba a volver a experimentar esto en un viaje porque nunca se vuelve a viajar por primera vez y muchísimo menos con la cabeza libre de preocupaciones.... y de eso me termino de dar cuenta recién ahora.
Impresionante la foto (eso sí, me deprime un poco que las fotos de nuestra "juventud" ya sean distintas de las fotos actuales y uno de verla nomás ya se dé cuenta que son de otra época)
Besos
Yoni, exactamente fue eso lo que sucedió con este viaje, mi cabeza y lo que significó (en ese momento y ahora) el estar allá.
ResponderEliminarY el tiempo es el mejor condimento de cualquier vivencia!
Abrazos!!
Lola, la edad en que se realiza el viaje tiene que ver con lo que percibís en ese momento pero deja de influir al pasar el tiempo, que engrosará el prisma con que uno observa y repiensa lo que ocurrió. Al fin y al cabo, es uno quien elije retener ese recuerdo puntual o dejarlo pasar.
Besos muchos!
Ufa, yo quiero ese viaje pero se me está yendo la juventud, jaja.
ResponderEliminarSerá lo mismo a los... no sé... 40?!?!
Un abrazo!
Todo viaje es un salto, un giro.
ResponderEliminarhasta los pequeños viajes.
hasta los soñados.
y, por cierto, coincido con el Sr. Bigud.
Sañudos, muchos!
Emilia, supongo que no, aunque la persona sea la misma... Yo digo que te aprovisiones de un pasaje lo más pronto posible y que no lo dilates más!! (por las dudas).
ResponderEliminarBesos!!
Ña, lindos viajes esos que giran, esos que se sueñan.
Y si, usualmente el Sr. Bigud le da en la tecla (y eso que no es músico).
Besos!!
Estar en la tierra de los padres, donde vivieron, donde tienen su historia es muy fuerte cuando uno es joven.
ResponderEliminary nuevamente es muy fuerte cuando uno es adulto.
Abrazo