Sed

A veces la garganta se me estrangula, seca.
Calorcitos como el de ayer solamente se solucionande una sola manera. Y no es que uno sea exquisito o busque formas de justificar un vicio; simplemente es una verdad concreta aplicada a la vida real.
De a poco los días son más cortos y la temperatura en promedio baja, pero de vez en cuando nos da un recreo. Y ahí es donde uno aprovecha a saciar su sed.



Porque no hay elixir más sabroso ni bebida más refrescante.
Y no quiero llegar al tonito marketinero de las propagandas de televisión, no es mi propósito.
No es necesario (si quiere venir, no hay problema) que haya una súper modelo en biquini.
El balcón de mi departamento apuntando al crepúsculo es suficiente palco.
La bandejita con algún picoteo (un maní, una papa frita), el posavasos (las mesas de madera sufren, che) y el chopp de vidrio transpirado.

Espero que hoy tengamos una tardecita de viernes similar!