Un extenso artículo publicado hace unas semanas en la prestigiosa revista "The New Yorker", que no leí completo, daba cuenta de la imposiblidad científica de curar tanto el resfrío como la resaca. Por supuesto, mi atención se centró en esta segunda y grave enfermedad. No diré que la resaca se ha convertido de mi parte en un denodado objeto de estudio, pero casi. De modo que me alegró la aparición de esta nota que hacía referencia a lo poco que se progresó en el tratamiento de las secuelas, profundamente dolorosas, de una buena borrachera. El artículo de "The New Yorker", concluye que no hay más remedio para este mal que ¡no beber en lo absoluto!. Una verdadera blasfemia para quien tiene en las bebidas espirituosas, justamente, ínvolucrado parte de su espíritu.
Hace unos años leí en uno de los tantos libros del filósofo Antonio Escohotado, dedicados al uso y abuso de las drogas, que la resaca no tiene cura pero si un tratamiento que puede aminorar sus efectos: dormir. Y luego de dormir, dormir incluso con la ayuda de una píldora que sirva a tan nobles propósitos. Su fórmula anti-resaca también incluía beber entre dos y tres litros de agua antes y después de la parranda.
Años de experiencia en el rubro y de sesuda investigación filosófica, que ha tenido mi propio cuerpo como conejillo de indias, me permiten asegurar que la resaca es todavía materia oscura. Un laberinto sin salida incluso para los bebedores más avezados y audaces. Entre los cuales no puedo incluirme. No aun. No faltará oportunidad.
Mi propio manual de uso frente al mal de la resaca es realmente básico. Si he bebido de más, duermo de más también. Y abandono todo deseo de alimentación luego del sueño. Es decir, prescribo sueño abundante y mucha agua y ni siquiera el pétalo de una rosa para acallar los rugidos del estómago. Cualquier fracción de carne, arroz y/o fruta no hará más que recordarle al aparato digestivo el trance por el cual está pasando, con las consecuencias revolucionarias que todo esto puede desencadenar en el baño.
Olvidensé del viejo lema que indica que una buena borrachera se apacigua tomando una cuota extra de alcohol. Una cerveza, por ejemplo. Patrañas. Una cama, silencio y meditación horizontal son la clave de la resurrección.
Jack Kerouac en "Los vagabundos del Darma", acuñó el término: "perfectamente borrachos". Cuando eso ocurre, cuando uno está, por ejemplo, en un bar charlando acerca de -oh paradoja- la imposiblidad de hablar del amor, pues se sabe que al otro día, la maldita resaca pasará a cobrar la factura que ha quedado impaga. El placer llevado al paroxismo siempre nos cobra honorarios usureros. Esta es la refutación definitiva e inclaudicable a la doctrina hedonista.
En su "Diccionario del diablo", Ambrose Bierce (traducido al español por Rodolfo Walsh) definió beber: "Echar un trago, ponerse en curda, chupar, empinar el codo, mamarse, embriagarse. El individuo que se da a la bebida es mal visto, pero las naciones bebedoras ocupan la vanguardia de la civilización y el poder".
A lo largo del camino beodo, he ido coleccionando frases que profundizan en el tópico. Una de Thomas Hobbes dice: "La embriaguez es simplemente una demencia voluntaria.". Yo agregaría: la embriaguez es sumar demencia a la demencia cotidiana.
"Desconfío de la gente que no bebe", solía comentar el gran Humphrey Bogart.
Ún diálogo genial que encontré en "Hijo de Satanás" de Charles Bukowski, dice:
-¿Qué haces, Harry?
-Estoy esperando a que llueva
-¿Te apetece una cerveza?
-Estoy esperando a que llueve cerveza, Monk. Gracias.
Cuentan que fue Plinio el que dijo: "En el vino está la verdad". No en mi caso.
Buscando en la biblioteca infinita que imaginó Borges (o sea, internet) encontré un par de frases que apuntalan el vicio. Una dice: "Two beer, or not two beer". Una maravillosa resignificación de la obra literaria de William Shakespeare. la otra: "La realidad es una alucinación producida por la falta de alcohol".
La resaca es el extremo opuesto de aquella espléndida sensación que nos produjo el primer trago de cerveza y les remito a un libro que habla de esto, llamado, por supuesto, "El primer trago de cerveza y otros pequeños placeres de la vida" de Philippe Delerm. Una vez que el líquido frío cruzó tu humanidad de manera inaugural, ya todo ha sido dicho. El libro mágico no tiene otros secretos para esa noche. Quienes bebemos, somos concientes de ello. Pero humanos al fin, perseveramos en el error.
Este texto no me pertenece, sino que fue escrito por el Sr. Claudio Andrade, columnista de varios diarios importantes, de cuya versión online de uno de ellos lo extraje. Me pareció una buena visión sobre los problemas importantes de la vida. No sale como ordenanza por esto nomás...
Int. Etienne
mire, lo único que voy a decir al respecto es que si Ud está "sumamente" interesado en este tema de la resaca, o es pura curiosidad (cosa que no parece) o es que Una vez que el líquido frío cruzó tu humanidad de manera inaugural, ya todo ha sido dicho
ResponderEliminaren fin
un beso, Sr
Por algo BOGART siempre me cayò fantàsticamente bien a pesar de su cara de tujes!!!
ResponderEliminarjajajjajajaajaj
Yo creo que tengo una extraña habilidàt para que se me vaya el efecto del alcohol en un promedio de dos horitas (ponele) como si nada y despuès sigo empinando el codo opCvio...
(encima me pongo como mooooooy histriònica cuando me pega la etiligoterapia)
P.D.:Sin ir mà lejos el otro dìa en casa de un amigo estaban todos volcados y hablaban arrastrando las palabras y yo como si tal cosa,ni dudè en tomar una copa nuevamente para poder volver a estar a tono con los demàs concurrentes,no?? :P
BESETINES ETÌLICOS =)
Ahhhhhhh!!!!!
ResponderEliminarPerdòn,olvidè acotar que BUKOWSKI es el capo entre los capos!!!
=)))))))))))))))
el estado de resaca es de los más feos que me ha tocado vivir... además uno queda expuesto de la peor manera. Que bueno es beber rico hasta el punto de los ojitos brillosos y las carcajadas sueltas!
ResponderEliminarChe, nunca me puse en pedo... deberé probar ese estado???
ResponderEliminarBesos!
Laura, me interesa porque ya la he padecido más veces que las aconsejables y me gustaría seguir disfrutando del líquido elemento sin padecer semejantes performances de batería en mi cabeza al día siguiente...
ResponderEliminarEn fin, otro beso!!
GABU, yo tengo esa habilidad siempre y cuando no beba nada en esas dos horas, cosa que no puedo evitar. Muy bien por usted, hay que estar a tono!!
A ése señor lo tengo pendiente de lectura!!
Besos de mañana!!
Julia Q, es lindo haasta ese punto en que uno es el rey d ela fiesta sin más gracia que mover las orejas. Pasado ese límite, todo se vuelvo confuso. Lo más difícil de todo es reconocer ese limite!
Besos!!
Conta, no sabés lo que te perdés!! Hay que pasar por la resaca para saber lo que es el verdadero sufrimiento. Aunque por la forma en que te comportabas en la confitería, pensé que estabas encurdelada... O sea que sos así nomás? Jajaja!
Besos!!
Hola Etienne, navegando me he encontrado con tu blog.
ResponderEliminarTe invito a que visites el mío y si te pinta compartas experiencias que puedan ayudar a los lectores.
Es un blog nuevito, pero espero que empiece a circular.
Exitos, loco!!
tamos todo locos...
ResponderEliminarimagintae si a los cordobeces nos quitarían el fernet con coca, nos morimos
hay cosas que no necesitan tener cura
....no puedo comentar nada....
ResponderEliminarTodavía estoy asombrada con la gran cultura etílica y afines que acaba de esbozar nuestro estimado intendente....
Y SEGURO QUE HAY MÁS!!!
SALUD!
Scarletphia, gracias por tu visita y tu invitación! Te leo y no sé si mi escasa experiencia servirá a tus lectores, pero algo podemos intentar!!
ResponderEliminarAbrazos!!
Diego, acaso no estaría bueno tener la capacidad de tomar indefinidamente sin sufrir tremebunda jaqueca?
No es mi intención quitarles nada muchachos!!
Abrazos!!
Adriana, yo no diría tanto como cultura etílica, más bien conocimientos de etiqueta. Algún que otro episodio patético también tengo, que no figura acá y que siempre es el inicio de algo más grande!!
Besos!!
jajaja!
ResponderEliminarnunca me he emborrachado hasta perder el conociemineto pero, eso dela resaca es terrible, porque la cabeza te estalla.
pd: No te imagino ebrio?, como seras?
jajaja.
saludos!
Mi método es mas expeditivo y rápido voy al baño y largo todo, tengo el poder de concentrarme y hacerlo todo voluntariamente, y al ratito ya estoy diez puntos.
ResponderEliminarAbrazo
Llega un momento de la vida que sea por la edad o por la estupidez de decidir no tomar más alcohol, perdés esa capacidad de divertirte en el entre, y sólo te queda la resaca.
ResponderEliminarLamentable, lo sé...
por qué no será al revés?
Alexis, ebrio soy tan divertido como una momia tambaleante, tengo más sueño que una marmota y menos onda que pelo lacio. Antes de llegar a ese estado, soy re-pila!!
ResponderEliminarAbrazos!!
Lux, como sistema para eliminar lo que molesta del cuerpo está bien, pero la resaca no te la perdona nadie!!
Igual, sabélo que te voy a copiar la técnica!!
Abrazos!!
Lola, como cualquier decisión la que tomaste vos se puede revertir y cancelar. Si de todos los placeres de la vida, te quedás solamente con la resaca, no tiene gracia!!
Besos embriagadores!!
Resaca,...estadio maldito si los hay! pfff
ResponderEliminarUna vez que el líquido frío cruzó tu humanidad de manera inaugural,....es cuando comienzo a decir cuanta tontera se me cruza por la cabeza!....
Te tiro un dato de cuando dejar de beber?,..cuando al morderte el labio superior no sentis dolor alguno,....es señal de que estas a un trago de ponerte en pedo!
Salud!
Killer, lo que pasa es que si llego a no sentir dolor, YA estoy en pedo!!
ResponderEliminarAparte, yo nunca dije que quisiera dejar de beber... Jejeje!
Besos mi Reina!!