sábado, 11 de junio de 2022

Intensa la mirada

La mirada se le perdía entre la cantidad de gente que caminaba por la costanera. No buscaba entender qué los motivaba a soportar con estoicismo el frío que venía desde el mar ni la humedad eterna que amenazaba con mudarse al interior de sus huesos. Tampoco había venido a buscar ahogarse en ese par de ojos marinos que lo buscaban desde el kiosko ni ensuciarse con el marrón terroso de su piel tostada, aunque tal vez pasara más tarde a buscar consuelo, aún no lo sabía. 
Su mirada tenía una intensidad, un fuego interno que la alimentaba y lo llevaba a apenas pestañear. Más de una vez recibió de vuelta reproches silenciosos de transeúntes incómodos; no le importaba e incluso le producía un extraño placer pero no encontraba indicio alguno de lo que quería encontrar.
Caminó despacio, el bolso del mate le colgaba bajo el brazo con una leve oscilación, llegó al extremo donde la calle se topaba con el muelle y la pequeña playa se truncaba para darle paso al hormigón. Ahí se sentó a llenar el cuenco de yerba y agua caliente y así estuvo, con la mirada perdida en el profundo horizonte azulceleste mientras sorbía mate tras mate. 
Al rato se levantó, dio media vuelta y encaró de nuevo a la gente, ahora con el sol poniente que lo cegaba y lo obligó a ponerse los lentes oscuros. Así, la búsqueda se hizo más difícil, el tornasol dificultaba detectar aquél brillo que sabía existía en alguna parte.
Recordó entonces aquél preciso momento en que se vio conmovido por esa mirada que lo sacudió. Volvía distraído de la clase de natación, pelo mojado y bolso al hombro y al levantar la vista de las escaleras que iba bajando sintió cómo una fuerza natural lo estaba cuidando, lo estaba poseyendo. Esos ojos proyectaban una especie de rayo invisible, energía en estado puro.
Volvería. No dejaría que esos ojos que lo encandilaron, se pierdan en el ingrato destino de un mediocre recuerdo y así, hacerlos revivir...

6 comentarios:

  1. A veces nos quedamos pegados a una mirada, sin poder ver más nada.
    Se convierte en una especie de obsesión, que nos hace estar como en un trance.
    Me encantó este relato tan sencillo como profundo.
    Un beso grande!

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  2. Hola Luna!
    Yo soy de mirar a los ojos, a la cara, a la gente cuando voy caminando, soy de los que saludan a desconocidos cuando se hace contacto visual; resulto un poco extraño en estos tiempos... Yo me quedo con esas pequeñas cosas y a veces, cuando son intensas, me generan un texto como válvula de escape.
    Besos y gracias por tus palabras siempre positivas, siempre generosas!

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  3. Me gusta tanto como escribes dejas luz dentro de mi mente
    abrazo inmenso chico
    desde una madrugada ardiente

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  4. Hola Ettiene, leerte fue como acompañarte en tu narracion, en tu recorrido, entre la gente, la costanera, el sentarte a saborear ese delicioso mate, buscando esa mirada que te impacto tanto.
    Es cierto cuantas veces nos hemos cruzado en la calle con miradas intensas, que atraen, cautivan, que quizas duro segundos, sin hablar y sabiendo la fuerza de esa mirada lo dejamos ir... porque sabemos que es eso solo un flash y cada cual siguio con su vida... pero siempre quedara en la memoria esa atraccion ese buen recuerdo.

    Sabes que me hiciste revivir un paseo que hice hace poco en la costanera, se me vinieron fotos que tome.... quizas las publique proximamente 😊.
    Besos Etienne!1

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  5. ¡Vaya, manera de describir un encuentro casual, Etienne!
    En verdad, existen ocasiones de encuentros que no deberíamos dejarlos pasar, pues con el tiempo, se convierten en un hermoso recuerdo mientras observamos con nostalgia el horizonte… Hermoso relato.
    Un abrazo.

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  6. Hola Mucha!
    Gracias por las generosas palabras que me regalas, aunque me enorgullece lo que ellas provocan, tal vez un poco a propósito, jeje!
    Saludos desde una tardecita fría y lluviosa.

    Hola Gra!
    Siempre pienso que voy a terminar con una denuncia o una orden de restricción por este temita de las miradas, jajaj! Pero me encanta el poder de una buena mirada, me quedo con esa frase conocida que los ojos son la ventana del alma y la mirada es su lenguaje.
    Dale! Publicá esas fotos, su función es justamente revivir experiencias!
    Besos!!

    Hola Rud!
    Cada momento tiene su intensidad, algunos brillan con fuerza propia y otros sucumben al fluir de la cotidianeidad. De ellos, siempre hay que guardar las miradas, lo que dicen y lo que realmente expresan.
    Besos!!

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