Hoy recibí una carta con remitente conocido.
Me generó una inmensa alegría rasgar el sobre, romper esa barrera y en el acto acceder a su felicidad, su intimidad, sus noticias, sus abrazos.
Leer su letra manuscrita algo achatada y de color azul me transportó en un segundo a su labor de estampar en una hoja de papel lo que me hubiera deseado contar con un mate de por medio.
Escuchar su voz al leer sus líneas me convence de que todos a la larga queremos estar tranquilos, que se nos cumplan los deseos y quien dice que no, tener un poco de felicidad a lo largo del día.
Está bueno recibir noticias por mail o por mensaje de texto, o por qué no un llamadito rápido por teléfono, pero el sobre con la estampilla, con el sello postal viene con su energía, con sus vibraciones.
Navegar en sus pensamientos es una experiencia que la carta con sus garabatos me facilita. Su puño y letra me regala recuerdos además de novedades, pasado además de presente.
Yo ya me estaba dando por satisfecha con los mails, de esos que alguien te escribe especialmente a vos y diciendo algo que te interesa, y acá venís vos a hacerme tener nostalgia de esa emoción de recibir una carta con estampilla, letra a mano y si es gordita, mejor aún. Sí, sí, soy de la época prehistórica que en vacaciones nos carteabamos con amigos porque el telefono salía caro y otro medio no había (y para qué negarlo, por el placer de recibir correo también).
ResponderEliminarA veces creo que estoy perdiendo la manuscrita (con lo que me costó tener una letra aceptablemente linda).
Besos!
ya perdi la nocion del tiempo que hace que ni recibo ni envío una carta manuscrita. Porque de verdad ya ni facturas trae el cartero con este asunto de solucionar todo via internet.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, esto es algo que siempre me llama la atencion de Londres, la cantidad de correo que se recibe diariamente, no hablo de manuscritos, no; pero ellos ultilizan muchisimo mas el correo que nosotros. Desde facturas hasta publicidad, es constante
pero bueno lo cierto es que ya ni ´se que letra tengo...
besote
Ya no sé lo que es recibir una carta para leerla como si devorase un pastel. La ultima carta que recibí fue de mi amiga M.J. y guardo un bonito recuerdo de aquellas letras, tan perfectas, sinceras, firmes y bien expresadas.
ResponderEliminarUn abrazo
Las cartas de puño y letra cuentan mucho más de lo que está escrito. Por esa inmediatez de lo virtual, papelera y a otra cosa. En cambio las cartas perduran.
ResponderEliminarAlgo parecido sucede cuando encontrás dedicatorias o anotaciones en un libro.
Me emociona muchísimo ver la letra de mi papá (ahora que no lo tengo) con su letra tan particular en los libros, en el revés de las fotos o la letra de mis hijos con su caligrafía cambiante según pasan los años.
Qué grata noticia es recibir una carta de puño y letra.
Entrada más que linda.
Saludos van, intendente
San Montelpare
Linda, y refrescante entrada. Sí, ciertamente no hay nada como recibir una carta a puño y letra y por correo.
ResponderEliminarun abraxo!
Es cierto, con puño y letra es lo mejor y ya casi nadie lo hace.
ResponderEliminarLa última carta que mandé, hace unos años ya, contenía solo un poema mío... precisamente por esto que escribís acá.
ResponderEliminarSaludos