Pigüé (provincia de Buenos Aires)
Todos añoramos alguna vez volver a ser niños, a ser inocentes. Todos alguna vez fantaseamos con poder ser caprichosos, llorar y patalear sin complejos, torcerle la cola al gato y echarle la culpa al hermano menor o patear una puerta hasta dejarle un tremendo agujero porque tu hermana se escondió después de hacerte enojar. Y hacer una choza en el patio trasero, treparse a los frutales, tirar bombitas de agua, correr carreras de bicicletas en la plaza, jugar al fútbol en la calle con el portón del garage de arco, hacer un pijama party en la casa abandonada de la esquina, tirarse piedrazos con la banda de la otra cuadra, hacer juguetes con pedazos de madera y cartones, jugar al cuarto oscuro, destruir plamobyls y duravits, cortarle el pelo a la barbi de la hermana e imaginar que la bañera es una nave espacial sin sentir que somos unos desubicados o unos grandotes pelotudos.
Ese momento de la vida en que nos soñamos grandes, en que nuestros anhelos se ven lejanos y que no sabemos aprovechar sino hasta que se esfumó tras las hojas del calendario. Y atesoramos figuritas, fotos viejas, revistas destruidas, colecciones incompletas, pretendiendo robarle a la vida ese trozo llamado infancia. No lo logramos, pero por la ventana de los recuerdos nos espiamos y dejamos rodar una lágrima de felicidad.
De a poco el paso del tiempo nos va poniendo más serios y quizás más preocupados, aunque nos deja abierta una esperanza, una posibilidad de volver a ser niños otra vez, aunque sea por un ratito.
Aprovechemosla!
En esa epoca, tu padre sabía todo. Todo! Eso era lo mejor.
ResponderEliminar"...yo lo había perdido,/pero hoy lo conozco de nuevo./Quien sabe como ha sido,/que ese oscuro caballero,/hoy es otro...padre mío!"
Él es lo que mas extraño.
Un abrazo.
Infancia, lugar de héroes, la recuperas cuando tienes un hijo y enyonces te das cuenta de que tús héroes ya se han caído todos y a su vez alguien te ha convertido en héroe. Pero lo mejor es la magia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todos añoramos sentirnos fuertes e inmortales; los abuelos, la alegría de las fiestas de fin de año, los veranos junto a los primos, jugar en la calle ... tantas cosas! La inocencia y la magia de la infancia, uno las va dejando en un rincón cuando crece. Pero cada tanto aparecen destellos de ese niño que uno fue y que sigue llevando dentro. Hay que dejarlo salir sin dudar.
ResponderEliminarUn abrazo
Muy linda foto che!
Por algo será que dicen que la edad no es la que determina que hemos dejado de ser niños,sino la falta de ganas de continuar jugando...
ResponderEliminarP.D.:Daría cualquier cosa por volver un instante nada más a aquel día en que creí firmemente que era la MUJER MARAVILLA!!!
Claro que hoy no saltaría como si nada de la terraza... ;)
jajajajajajajajaj
BESITOS JUGUETONES =)
Estoy de acuerdo con Any. De mayor echo de menos la ilusión de pensar en el futuro como algo inalcanzable y ahora estoy aquí, en un 25% del futuro que imaginé jaja.
ResponderEliminarBonitos recuerdos y una fotografía preciosa: tú con tus hermanas, en tu cumpleaños. Se aproxima tu cumpleaños o ya ha pasado?? :))
un abrazo
Ohh, la infancia
ResponderEliminarQué lindo, qué lindo.
Besos intendente!
Lo que no puede volver de la infancia es la mirada, el descubrimiento, lo que sucede ante nuestros ojos por primera vez, eso fue la más lindo de la infancia sin dudas.
ResponderEliminarLindo texto, Etienne
Saludos van
Como dice Sandra....eso del descubrimiento es impagable.
ResponderEliminarNo se si podria repetir mi infancia en el mismo lugar......algunas calles son avenidas.....la banda de la otra cuadra tiene triple escolaridad. En la casa abandonada hicieron duplex.......y así sucesivamente.
Estuve ausente por obvias razones.....pero estoy volviendo.
Abrazo
La infancia es el terreno siempre fértil del escritor... o algo así, no recuerdo quién lo dijo, pero es muy conocido.
ResponderEliminarSoy de los que creen que siempre se puede hacer el ejercicio de mirar las cosas como la primera vez, claro, es artificial, pero de alguna forma algo de aquella magia logramos captar.
Un fuerte abrazo.
HD
vivimos, al menos yo, envueltos en una vorágine que no nos da tregua casi nunca. Por eso es que muchas veces no encontramos el instante como para recordar la niñez. Y el tema de ser adultos conspira abiertamente también
ResponderEliminaraun así, muy a las perdidas aparece algo o alguien (como vos por ejemplo) que trae de la mano un pantallazo
gracias y besos
A ese niño que fuimos hay que cuidarlo, para no perderlo... O terminaremos definitivamente muertos en vida, y ya hay demasiados por ahí!!!
ResponderEliminarBesos pegajosos de pico dulce