Hoy recibí la visita del cartero y con ella una carta con remitente conocido.
Me generó una inmensa alegría rasgar el sobre, romper esa barrera y en el acto acceder a su felicidad, su intimidad, sus noticias, sus abrazos.
Leer su letra manuscrita algo achatada y de color azul me transportó en un segundo a su labor de estampar en una hoja de papel lo que hubiera deseado contarme con un mate de por medio. La fecha no importa, es de unos días atrás, pero para mí es en este instante en que me apropio de su vida.
Escuchar su voz al leer sus líneas me convence de que todos a la larga queremos estar tranquilos, que se nos cumplan los deseos y quien dice que no, tener un poco de felicidad a lo largo del día.
Está bueno recibir noticias por mail o por mensaje de texto, o por qué no un llamadito rápido por teléfono; sin embargo el sobre con la estampilla, con el sello postal contiene su energía, sus vibraciones y sus sueños.
Navegar en sus pensamientos es una experiencia que la carta con sus garabatos me facilita. Su puño y letra me regala recuerdos además de novedades, pasado además de presente.
Me generó una inmensa alegría rasgar el sobre, romper esa barrera y en el acto acceder a su felicidad, su intimidad, sus noticias, sus abrazos.
Leer su letra manuscrita algo achatada y de color azul me transportó en un segundo a su labor de estampar en una hoja de papel lo que hubiera deseado contarme con un mate de por medio. La fecha no importa, es de unos días atrás, pero para mí es en este instante en que me apropio de su vida.
Escuchar su voz al leer sus líneas me convence de que todos a la larga queremos estar tranquilos, que se nos cumplan los deseos y quien dice que no, tener un poco de felicidad a lo largo del día.
Está bueno recibir noticias por mail o por mensaje de texto, o por qué no un llamadito rápido por teléfono; sin embargo el sobre con la estampilla, con el sello postal contiene su energía, sus vibraciones y sus sueños.
Navegar en sus pensamientos es una experiencia que la carta con sus garabatos me facilita. Su puño y letra me regala recuerdos además de novedades, pasado además de presente.
Enhorabuena por ese sobre y esa carta llena de recuerdos, energía y vibraciones. Las historias aunque sean pura ficción, si despiertan los sentidos adormecidos han conseguido su objetivo: emocionar :))
ResponderEliminarUn abrazo.
Son lindas las cartas manuscritas, sí. Es todo un ritual recibirlas, leer. En la caligrafía temblorosa de mi tía abuela que escribe desde Italia en papel vía aérea (porque se resiste a toda modernidad) hay pasado y presente. Y después, la respuesta, sentarse y garabatear. Un ritual hermoso que sé, de antemano, desaparecerá con ella.
ResponderEliminarLinda entrada, Etienne. Saludos van
Cada día resultan más insólitas las cartas.
ResponderEliminarSe me hace raro el masculino de 'llamada' un llamadito, por aquí decimos una llamada, o llamadita...
Un abrazo.
Fue tan lindo leerte, que pensé en que, cuando quiera mimar a alguien, le escribiré una carta de "carne y hueso".
ResponderEliminarTambién pensé que no tengo la dirección de nadie!
Abrazo, intendente!
Las cartas son emotivas.
ResponderEliminarLastima que las ultimas que he recibido son "Carta Documento".
Un abrazo.
Tiene razón che, las cartas tiene "ese nosequé que queseyó" y es una pena que ya no lleguen con la frecuencia de antaño. Con familia repartida por el mundo en mi casa se recibían muchas cartas y siempre era una fiesta. Hasta recuerdo el lugar donde se dejaban para que su destinatario la viera al llegar ... snifff, me puso melancólica su post.
ResponderEliminarun abrazo
Usté es un iluminado de la vida al recibir TODAVÍA y en estos tiempos tannnnn modernos (?) una esquelita de puño y letra,eh?!!!!
ResponderEliminarP.D.:Digáme que también la olió ¿? se me hace que también estarán aromatizados esos remem,bers... :)
BESOS PUERTA A PUERTA =)
Hubo un tiempo en que con cuatro amigos creamos L.A.C.A.P. ( Liga argentina de correspondencia al pedo)
ResponderEliminarCuando uno escribia una carta, hacía tres copias y las mandaba por correo.
Creame que era un placer recibirlas y leerlas y todo lo que generaba.
Y tamnbién saber que por ahí esa misma noche nos encontrariamos todos a tomar algo.
Tienen su sabor....su olor....las cartas manuscritas.
Mejor no me pongo a pensar cuánto hace que no recibo una carta manuscrita con sobre y estampilla... eso me hizo pensar que cuando estabamos de vacaciones (en esas epocas que las vacaciones eran mas de dos meses) nos carteabamos con las amigas del colegio... tanto crecimos, o tanto pasó en el medio?
ResponderEliminarGracias por el recuerdo!
Besos!
te doy toda la razón, me ocurre cada vez que recibo correspondencia de UK y no es porq no tenga noticias, bendita internet nos mantiene "al día". Pero el sobrecito a mi nombre es otra cosa
ResponderEliminarbesos
¡Cuánto hace que no recibo una carta manuscrita!
ResponderEliminarDespués de leer tu texto me dio nostalgia no sé de qué, pero nostalgia.
Son las 11.59, voy a escribir una carta para mandármela mañana. Después te cuento qué sentí.
Un abrazo.
HD
Uy sí, yo soy fanático y además trabajo con todas, pero todas, las tecnologías de la información y la comunicación. Sin embargo, no me excluye de las nostalgias, de los acetatos de mi papá con salsa y boleros en el tocadiscos, de los libros físicos que aveces ojeo (hojeo, mejor) y que ya ni siento hace unos 3 años, o más, y una carta, ¡una carta! de un alguien precioso que decidió usar sus manos, tachar sus trazos y olvidar algunas tildes. Humm me lo saboreo ya.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
F: