Aquel hombre habia absorbido del aire una suave manera de hablar, sus palabras eran brisa fresca para el que las escuchara, sus dichos eran bálsamo para las almas perdidas.
Aquel hombre de tanto mirar al bosque había adquirido una mirada añosa, de verde paz, que ahora reposa en sus ojos cristalinos.
Aquel hombre había aprendido de la inacabable soledad, del insondable silencio, una manera de ser pacífica, muy serena y cansina que se transmitía a todo aquel que se zambullía a la experiencia de compartir con él un momento de su vida.
Este hombre había aprendido a saber cuando era el momento adecuado para todo, cuando había que callar, cuando había que hablar y en ese caso, sabía con claridad las palabras que debía decir.
Este hombre ya se marchó pero dejó en la arena una clara huella que no se borrará tan fácil en la marea alta.
Priiiiiiiiiiiiiiiiiii
ResponderEliminarTus palabras me emocionaron... me hiciste pensar mucho en mi abuelo, que gracias a Dios, todavia tengo conmigo!
ResponderEliminarUn beso con gotitas de agua y un poquito de lagrimitas!
Me encantó el post. Que bueno que son las huellas que dejan las personas que no son las de sus pies.
ResponderEliminarbesos
Ja ja ja ja ja ja ja (es una sonrisa malévola ¿sabes?)
ResponderEliminardejar una huella en la arena y que no se borre tan fácil es el resumen para describir a una gran persona.
ResponderEliminarPorque seguramente no sepa que esa huella perdurará tanto tiempo, pero lo principal es que tampoco lo hace pensando en eso, y encontrar esa autenticidad no es nada facil.
La sabiduria que se va adquiriendo en el transcurso de la vida siempre nos deja algo a quienes quedamos transitando y trancurriendo...
ResponderEliminarP.D.:Tengo esa leve sensaciòn que tus pòstulos van como engarzàndose unos entre otros,tal vez me equivoco... :S
BESITOS NEÒFITOS
Qué gran hombre!
ResponderEliminarMe recordó a un salteño que conocí. El tipo tenía la capacidad de decir mucho con muy poquito.
Saludos desde Mundo Aquilante!
aquel hombre fue dios??
ResponderEliminarsaludos!!
Que bueno dejar algo en la vida, algunos dejamos descendencia y quizás haber colaborado para que en algun caso se haya hecho justicia.
ResponderEliminarAbrazo
Julia, bien merecido su PRI (aunque acá no vale demasiado...)
ResponderEliminarBesos!
Lucía, es un poco darnos cuenta de los valores de esas personas y no esperar a que se vayan para eso.
Seco tus lágrimas!!
Besos!!
Julia, la huella en la arena es su huella en la vida. No son la de sus pies, son la de sus consejos, sus experiencias.
Más besos!!
Rafa, me di cuenta que era malévola esa sonrisa...
Abrazo!!
Lola, esa huella es auténtica porque la experiencia que transmite es de corazón, sin pensar en su propio bien sino en el de los demás.
Besos!!
GABU, crecemos y dejamos algo vivido en los demás e incluso depende de nosotros valorarlo!
Se enganchan, se alimentan entre sí. Tienen correlacion pero no es adrede...
Besos!!
Mundo, este hombre se destaca por su elocuencia con los silencios...
Besos!!
Alexis, no era dios pero para mi, casi que lo fue.
Abrazos!!
Lux, todos tratamos que nuestra existencia tenga sentido y poder dejar algo que nos trascienda es un poco el anhelo de todos.
Abrazos!!
no hacisite acordar a personas que dejaron sus huellas... el texto continua en el recuerdo nuestro
ResponderEliminarno son muchas las personas que pueden dejar esas huellas, son las verdaderamente grandes y no abundan
ResponderEliminarpero tampoco son muchas las personas capaces de encontrar y seguir esa huellas, también tienen que tener una grandeza especial
besitos
Diego, cada uno tiene a su maestro y está bien que se los recuerde.
ResponderEliminarAbrazos!!
Laura, también están los especiales que tienen la habilidad de poder percibir esas huellas en todos nosotros, porque existe grandeza en las pequeñas cosas de todos los días.
Besos!!