viernes, 20 de julio de 2018

Tesis amistosa

Alguna vez leí: "Es relativamente fácil encontrar personas dispuestas a escribir canciones sobre los amigos. En cambio es bastante difícil conseguir que esas mismas personas le presten a uno dinero". Quizás sea más complicado el proceso de pedir el dinero que la dedicatoria, sin embargo hoy cualquier pelagatos tiene dinero y no cualquiera posee los dones de la inspiración. Pero el autor se refería a otra cosa. Supongo que hablar de cualquier cosa, aún sin saber nada de ese tema es infinitamente más sencillo que arriesgarlo todo por alguien a quien es seguro que no volveremos a ver. Tal vez, pero lo importante es demostrarse a uno mismo que los amigos tienen ese lugarcito cerca de nuestro corazón (aún más cerca que la Tía Fabiana) y que no importa que Roberto Carlos tenga un millón, si lo que sirve en definitiva no es la cantidad sino la calidad. 
Y aún me animan tu pelo cortado como cepillo; tus ojos oscuros y hundidos; tu humildad en la opulencia. 
Y aún recuerdo tu mirada sincera; tus mates y esas facturas; tu compañía. 
Y aún sueño con tu llanto luego de desaprobar ese examen; con tus sabias palabras de joven. 
Y aún tengo presente tu incondicionalidad; tu humor ácido a veces, negro casi siempre, irónico todo el tiempo.
Y aún poseo porque nunca lo perdí, ese texto que inició todo.
Y aún creo firme, tozudamente, que ustedes son más hermanos todavía.

No es posible pensar que todas las personas que conocemos son nuestros amigos. Sin embargo se merecen una oportunidad. Tal vez no compartieron con nosotros el asalto a pedradas de la casa embrujada, la rateada frustrada que terminó con un profesor tomando café con nosotros o la construcción de esa choza en la terraza de tu casa, pero bien pueden ser partícipes de otros módicos episodios, puede ser compartir los nervios de un partido de cuartos de final o discutir acerca de los beneficios de hacer un crucero por las antillas. Eso lo deciden ustedes.

Y en la inmensidad de la vida, una isla en medio del camino que nos dé cobijo, sombra, un trago de agua y un abrazo cálido es imprescindible para no bajar los brazos.

Cuiden a sus amigos. No es una cuestión de supervivencia, es una cuestión de principios. Yo sé lo que les digo...

2 comentarios:

  1. Es una entrada vieja, tan vieja que hasta todavía se le cree un poco.
    No quería dejar pasar la fecha, aunque lo que no pasan son los lectores, sin dejar aunque sea un texto repetido.
    Los amigos son esto y mucho más. Hasta diría que son más necesarios que el aire...
    Feliz día amigos!

    ResponderEliminar
  2. ¡Carajo qué bonito! si tuviera amigos lloraría se lo aseguro, digo fuerte abrazo a usted, igual no como "amigos" pero pues... ¿de conocidos? un "bro hug"? bueno o sea algo así, mi familia es muy A-la-Tim-Burton, no abrazamos ni nos decimos cosas bonitas sin embargo sabemos que no nos desagradamos hehe. Un dato curioso; nací un 20 de julio ¡Doble regalo papá!.

    ResponderEliminar

Mesa de entrada: aqui se recepcionan las consultas, quejas, solicitudes y reclamos. Le daremos un número de legajo y... paciencia! Es municipal, vió?