Luchas desiguales si las hay se presentan cada día. Como en un cuadrilátero perfecto, unidos pero odiándose, a veces se miran, a veces se ignoran, muchas veces sucumben.
En un extremo de la figura el oso blanco, vistiendo un mameluco celeste con cuello y botamangas arremangadas, los puños apretados, la mirada fija.
En su lado opuesto, el pato amarillo de misteriosas alas celestes y pico naranja, nunca te mira a los ojos y arremete agachando la cabeza.
A su lado, la jirafa verde parece indiferente a todo, soñando con aquello que sucede más allá de su largo cuello.
Enfrente, el caballo rojo furioso y deportiva montura celeste jamás cabalgará lejos, sus patas están unidas por una prisión verde.
En medio de ellos, como una deidad imparcial, un cubo letrado vigila desde el centro del móvil que no se agoten las pilas.
Estimado ¿Su ciudad ha sido invadida por la gente de Toy Story?
ResponderEliminarSerìa un placer. Si asì fuera avise que vamos para allà!
Beso
Magah, hace 6 meses y contando que la Ciudad se ha poblado de "gugus" y "dadas", iluminando el semblante del Intendente; el nepotismo me asegurará la eternidad en el sillón. Entretanto, en lugar de legajos y expedientes, hay sonajeros, mordillos y móviles.
ResponderEliminarBesos!!
Te confieso que así como los describís están casi enajenados. Y pensar que son para la princesa de la casa... pero me gusta esta visión no infantil de los juguetes. El cubo es la torre de vigilancia del panóptico, posta.
ResponderEliminarMe encantó.
Saludos van, Etienne
Cada cuna o corralito... un mundo!
ResponderEliminarSi aún no sucedió, dentro de poco para la princesa heredera cada uno de esos personajes va a tener nombre, biografía y rasgos de caracter que más de cuatro escritores de gran talla envidiarían en la inventiva...
El problema viene un poco cuando los personajes comienzan a abandonar al movil árbitro y sobre todo a los límites del cuadrilatero y empiezan a invadir toda la casa... para siempre?
Besos!
Sandra, me los imagino agrupados en gremio, protestando porque los bebés los babean, los arrojan al piso, los llenan de comida, pidiendo un plus por trabajo insalubre... Nadie les preguntó a ellos si no preferían ser otra cosa? Jeje, son reflexiones de un padre enajenado!
ResponderEliminarBesos!!!
Lola, todavía es un poco pequeña, recién pasó los 6 meses (para la madre YA los pasó) pero se le nota la imaginación en la mirada...
Estoy convencido que una vez que los juguetes toman posesión de la casa, no se van más. Procuraré llevarme bien con ellos!
Besos!!
Pues sí, somos monigotes que actuamos en escenarios a veces descuadrados, otros incomódos, otros molestos, donde el dios es la usura y el abuso... aprovecha y disfruta el tiempo que tienes la suerte de disfrutar con tu pequeño porque crecerá rápido :)
ResponderEliminarun abrazo
Es que hasta la ternura se le acaba al plástico que juega y con se juega cuando se trata de competir y sobrevivir. La vida es una eterna lucha por jugar y por ser jugado.
ResponderEliminar¡Un abrazo, caballero Etienne!
F:
http://mistavilteka.blogspot.com
Esil, nadie les debe de haber preguntado a ellos si querían ser babeados y arrojados por pequeños seres bípedos, así que no vamos a cuestionar esos abusos...!
ResponderEliminarAprovecho cada segundo con ella, de ahí mi ausencia por estos lares!
Besos!!
Felipe, lo único que les queda, como reducto de defensa, es soportar estoicos los embates sin tregua de aquel ser gigante que les azota impiadoso sin reflexionar ni sentir culpa, ya que simplemente está divirtiendose!
Abrazos!!
Perdón, sé que es con ella, tu pequeña Sofía? perdona mi desmemoria.
ResponderEliminarun abrazo :)
Esil, no hay problema si tú no te lo acuerdas, lo grave sería que yo me lo olvidase!! Ella se llama Agustina y es el sol de los soles!
ResponderEliminarBesos!!