La Colina (BUENOS AIRES)
Nos juntamos todos en el tinglado que hacía de comedor y salón de reuniones al resguardo de la lluvia que seguía mojando la tierra. Estaban las chicas de Rivera, el grupo de Coronel Suárez y nosotros. Estábamos nerviosos, era un partido definitivo contra Australia y pintaba muy complicado; ya saben, Diego recuperando su estado físico pero con la magia del pie izquierdo intacta y el resto para enfrentar el repechaje.
No nos fuimos a acostar porque sabíamos que levantarnos sería más difícil. Entonces nos fuimos repartiendo en pequeños corros y charlamos y tomamos mate y alguno tocó la guitarra y tiritamos juntos de frío y de deseo. Tu pelo lacio era todo para mi, me hipnotizaba con su balanceo y el Diego podía irse a freir churros que no me importaba. Faltando una hora para el comienzo del partido cuando nos dijeron que podíamos empezar a caminar: teníamos dos kilómetros hasta el poblado donde íbamos a mirar el partido. La noche cerrada, los charcos de lluvia y el barro traicionero hicieron la caminata un poco más entretenida. Yo no veía más que tu perfil cerca del mío, aferrando la frazada que nos protegía del frío nocturno y nos unía como un manto sagrado, como una capa.
El gol de Balbo, una anécdota.
Si....si. Cuando los sentidos están en otra cosa.....no hay pelota con que darle. Lindo recuerdo. Un abrazo!
ResponderEliminarese costado romanticón que saca cada tanto, le queda taaan bien,,,
ResponderEliminarbesos
Y si, hay cosas más importantes que otras,
ResponderEliminar¡Qué lindo recuerdo!, cuando uno tiene la memoria tan pegada a un hecho "conocido" (como Argentina vs Rumania, creo que fue en el 93, yo era un niño pero siempre me gustó el fútbol),
Decía, cuando un recuerdo es un suceso general es interesante porque cada vez que uno ve un video, un programa de televisión, o algo que recuerda el suceso; una mueca, casi un gesto si dejamos de lado el pudor espiritual, se dibuja en el rostro,,,
La memoria puede ser muy dulce cuando quiere, o cuando puede, je.
Un fuerte abrazo Intendente.
Ante ciertas cosas, otras desaparecen.
ResponderEliminarUn abrazo.
todo un sentimental, ud!
ResponderEliminarGanarse TOOOODA la atención del mismísimo DIEGOTE???
ResponderEliminarCosa rara si las hay...
P.D.:Aunque Usté sabe casi con exactitud cómo y con qué dispersarse,no?? ;)
jajajajjajajjaja
BESOS ESCALADORES (?)
Qué bien contado, es como demasiado perfecto.
ResponderEliminarenhorabuena.
un abrazo.
he buscado La colina Buenos Aires y encontré: "Se encuentra a 28 km al oeste de la ciudad de General La Madrid por camino de tierra".
ResponderEliminarésto es lo que caminasteis?
es una hermosa sensación de atracción y proximidad a alguien que le interesó mucho. Me gustó esta historia.
un abrazo
Dany, mirá que yo me distraigo fácilmente con cualquier cosa pero esa piel aceitunada era mi perdición. Por supuesto que me ignoró.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Laura, vos decís que lo debería sacar más seguido a esa veta?
Se me van a espantar los contribuyentes y a flaquear la recaudación!
Besos!!
Juan, siempre hay un hecho, un aroma, una imagen o cualquier cosa que actúa como disparador o referente de un recuerdo; después se arma alrededor el resto del escenario...
Yo elijo los recuerdos dulces, esa es la gracia!
Abrazos!!
Gaucho, lamento su decisión, realmente es una pérdida notable para el mundo blogueril. Y así, dándole el gusto a quien lo persiguió, me parece una innoble derrota para las huestes del bien.
Usted lo sabrá mejor que yo...
Abrazos y buena vida!
Ña, más que un sentimental, soy un cursi! Estos episodios me han marcado mucho, por eso me quedan tan frescos en la memoria, aún habiendo pasado pilas de años!
ResponderEliminarBesos!!
GABU, el único motivo realmente poderoso para entretenerme siempre serán las mujeres. Son lo más bello, lo más atractivo, misterioso, entretenido, terrible, confuso, que existe!
Besos muchos!!
MJR, supongo que la perfección del relato que rescatás se la otorga la realidad del momento, la inocencia de quienes caminamos bajo la lluvia y el frío, pensando que valía la pena!
Las letras se acumulan y salen solas, sin mérito alguno de mi parte.
Abrazos!!
Esil, exactamente ésa es La Colina a la que me refería, aunque la distancia ha sido mucho menor; de hecho no conozco General Lamadrid. Me encanta cómo te preocupás por averiguar todo, es genial!
Esa proximidad que compartimos, nos llevó a conversar bajo el abrigo de una frazada durante la caminata. Eso nomás.
Besos!!
Una anécdota? Estás loco! Vos viste el movimiento que hizo con el cuello para impacatar la pelota?
ResponderEliminarChe, que buena debe estar tu mina!
maravilloso recreo en torno a los detalles, aquellos que tan sólo nos pertenecen a nosotros y que serán irrepetibles
ResponderEliminarcon o sin gol sobre el horizonte
Y claro, ¿Balbo, qué Balbo? Bivalvo... perdón, se me escapó, me falta roce.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Bati, en ese momento la flaca me chifló el moño, aunque siempre fui medio zonzo y ella se aprovechó de mi, dejándome con las ganas...
ResponderEliminarMenos mal que existe you tube y puedo volver a ver ese gol!
Abrazos!!
Shang, los detalles son para mi lo que diferencian una cosa de otra en un mundo similar. Si es con gol, mejor.
Besos muchos!
Humberto, no se me haga el chistoso ni el zoólogo, que acá somos pocos y nos conocemos más de lo aconsejable... A usted no le falta roce, le falta cancha!(e incluso dudo esto último también)
Abrazos!!