martes, 4 de noviembre de 2025

A menudo los extraño

Extraño a mis amigos...
Desde que la vida quedó a cargo mío, que mis padres dejaron de ocuparse de trámites de salud, compra de ropa y organización de viajes y empecé a desempeñar las actividades que la vida adulta exige, me ha quedado muy poco tiempo para disfrutar de la compañía de mis amigos.
A veces, la existencia te va llevando con las urgencias de lo cotidiano, otras literalmente te arrastra y en la velocidad en que sucede todo, las cosas buenas, las malas, las rupturas, los encuentros, los despidos, las mudanzas y la distancia física, las tragedias, la vida misma para redondear, a veces nos olvidamos lo importante que son los amigos.
A veces los pienso, varias veces he de reconocer, pocas veces he escrito una carta aunque debería. Llamar por teléfono es algo que sirve, acerca la voz pero uno siempre termina con la sensación de que interrumpe algo importante, el mundo pareciera que vive de reunión en reunión, y no termina de comunicar lo que te oprime el pecho.
Nada reemplaza a poder compartir con ellos un asado con esas sobremesas de ensueño, una vuelta del perro en el centro haciendo rostro con música brotando por las ventanas, una mateada con facturas de ayer, una charla atrasada con un café de por medio. Ni hablar si hay posibilidad de un viaje
Cuando me acorrala la nostalgia, y no puedo recurrir a ellos, me aferro a las cosas: miro fotos y se me arruga el alma, me transpiran los ojos al ver rostros lejanos, cuerpos perdidos, viajes irrepetibles. Esas imágenes me trasladan y veo todo desde arriba, como sobrevolando la historia, excepto que no puedo mirarme a la cara, aparezco sin memoria, sin gestos porque no puedo cambiar nada aunque quisiera. Recorro los amuletos acumulados en años de juventud guardados con celo y preservados en cajas de zapatos sobrevivientes de varias mudanzas y revivo anécdotas, viajes, peleas, abrazos... 
Mis amigos no saben que son lo más importante en mi vida. Ellos no dimensionan el infinito poder que tienen, apenas creen que me hacen un favor estando allí, cerca del corazón. ¿Qué significa poder confiar en alguien, contarle lo que te abruma y que no te juzgue? ¿Cuánto vale poder alivianar tus pensamientos sin sufrir otro rechazo, otra cachetada? ¿Qué palabra aunque dura y frontal es la que nos permitimos escuchar sin ofendernos? Ellos no lo saben, simplemente lo ejecutan, acaso respondiendo a un mandato ancestral, acaso porque intuyen que me están salvando.

Si, extraño a mis amigos..

12 comentarios:

  1. El problema es que la vida adulta, al menos en mi caso, ha ido menguando sin piedad esa lista de amigos. Los que tuvieron hijos y dejaron de hacer planes, mucho menos improvisados, lo que se fueron a otra ciudad... mi mal carácter, supongo, que aleja a la gente... Envejecer es vislumbrar un futuro aterrador.

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    1. La vida adulta como la describís, incluye varios aspectos, los horarios laborales, la distancia geográfica, los diferentes intereses, por citar los más usuales. A eso hay que sumarle el mal carácter, definitivamente aleja a la gente. Pero no hay que tenerle miedo, supongo que es lo que obtenemos al final del carretel.
      Abrazo!

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  2. Es verdad, tienes razón, cuando se nubla el alma, puedes mirar fotografías que parece que te acompañan quiénes ya no están. La vida es un viaje en tren en el que muchos se van quedando en el camino por unas causas o por otras, es dificil seguir con los mismos amigos de la infancia o juventud. Pero luego vamos teniendo otros, y eso es muy bonito. De todas formas, siempre queda el recuerdo de lo vivido con ellos.

    Me gusta esta reflexión que has hecho, Etienne.

    Que tengas un feliz mes de noviembre.

    Besos.

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    1. En rigor de verdad, soy de guardar fotos, papeles, cartas, cosas pequeñas que remiten a un gran recuerdo. Me cuesta la tecnología, la pantalla no me genera ningún sentimiento. Los amigos nuevos me cuesta incorporarlos a la dinámica diaria, no dudo de ellos pero no los siento cercanos.
      Que tengas un hermoso mes de noviembre! Besos!

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  3. No sé porqué está pasando esto... yo siento que desde la pandemia, nos hemos ido encerrando casi te diría voluntariamente.
    Comparto cada palabra y cada frase que decís,porque me siento muy identificada.
    No tiene precio el poder encontrarte con un amigo o con varios,y ponerte al día con todo...abrir el alma y confiar, saber que siempre estás sostenida o sostenido por el amor y la lealtad.
    Precioso regalo Etienne!
    Un beso!

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    1. Creo que es un signo de los tiempos, un combo del tipo de trabajo, las nuevas redes sociales, exigencia social, necesidad económica entre otros más sutiles, que hace que dejemos de alimentar lazos reales en pos de la apariencia virtual.
      Otra cosa, viste que las fiestas antes eran masivas y ahora son íntimas? Supongo que eso tampoco es casualidad...
      Besos gigantes!!

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  4. Etienne, la vida te da y también te saca.
    Lo que no te puede sacar son esos recuerdos vividos con tus amigos.
    Por una cosa o la otra algunos se van a otra ciudad, se casan y no es que se olviden de los amigos pero el tiempo cambia, estoy segura que muchos de tus amigos te estarán recordando con todo su cariño.
    Que pases un feliz fin de semana.
    Besos Etienne

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    1. Yo también los recuerdo, tal vez demasiado vívidos a mis amigos, los tengo muy cerca de mi corazón y reconozco que no se los hago saber tanto como se lo merecen.
      Por algún lado leí que los amigos no son aquellos que escuchan nuestras anécdotas, son los que viven con vos esos momentos.
      Besos para vos!

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  5. si, creo hay veces que los amigos pueden reemplazar a la familia, se da en casos de inmigrantes, la familia queda lejos, y las personas que van conociendo se van volviendo los allegados.

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    1. Ese es uno de varios ejemplos en que los amigos son más fieles y más puntales que la familia. Lazos que se mantienen solamente por una cuestión de filiación y no por afinidad, suele resultar forzado y poco honesto. Allegados, como sinónimo de conocidos, hay un montón pero son a quienes les contamos las anécdotas que vivimos con nuestros amigos y que atesoramos con tanto fervor.

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  6. Los amigos son un regalo y más si son fieles y te entienden. Te mando un beso.

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    1. Ciertamente lo son! no están viciados por el vínculo, al contrario, al no tener lazos de sangre dignifican y son gratificantes cada vez que nos encontramos.
      Besos y que te recuperes del resfrío!

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