miércoles, 6 de julio de 2022

Cable a tierra

Había sido un día muy largo, reuniones con el contador para cerrar el balance, llamando a proveedores en busca de facturas perdidas y recibos fantasmas. Llamadas telefónicas eternas con el abogado que se empeña en hacerle juicio a todo el mundo y lidiar con personal que no es del todo idóneo en cuestiones de contabilidad y administración me había agotado el cuerpo pero también la cabeza, que huía de a ratos a lugares más soleados. Mientras todos terminaban sus tareas, fui a la cocina que la oficina tiene al fondo con una mesada pequeña, pileta y una mesa con dos sillas. 

Apoyé la cadera en el borde del mármol, cerré los ojos e intenté resetear el torbellino que desordenaba mis ideas, necesitaba descargar las tensiones que me había agobiado todo el día porque el día aún no había terminado. Bajé una de mis manos, desabroché el botón del jean y busqué el calor radiante de mi entrepierna; deslicé primero un dedo y después otro dentro de la tanga que apenas se mantenía seca y empecé a frotarme despacio los labios por fuera, acariciando los pliegues, subiendo la temperatura. Hice presión con ambos dedos apretando y soltando, a veces con la yema, a veces con el costado, pellizcando suave mientras tras mis párpados desfilaban algunas estrellas y mis rodillas comenzaban a doblarse. Los dedos ya mojados se fueron solos hacia adentro en orden y por turno haciendo que broten pequeños sonidos de mi garganta; la cocina me pareció que empezaba a arder, me zumbaban los oídos y apoyando una rodilla sobre la mesada con la otra mano por la espalda empecé a hacer círculos alrededor de mi culo como amagando entrar y no. Eso no hizo más que doblegarme las piernas y aterricé en el piso, rodillas separadas entregada a la autoexploración. Empezó a fluir cada vez más intenso un impulso desde mi interior que me obligaba a mover los dedos más rápido hasta que al fin una explosión de luz me hizo temblar con espasmos de indescriptible placer. Mis dedos no detuvieron su danza, despacio se frotaban contra mi piel haciendo que mis pezones duros como estacas emitan oleadas eléctricas  Un aroma picante empezó a inundar la cocina, las manos impregnadas de mis esencias, la tanga difícil de recuperar y de a poco la cabeza se me fue aclarando. 

Todavía quedaba firmar el balance e ir a cenar con los socios de la empresa y yo ya estaba en forma otra vez. 


8 comentarios:

  1. Ah bueno!
    La mejor manera de desestresarse y ponerse en forma! Mucho mejor que una dura clase de gimnasia!
    Excelente relato,que subió la temperatura muchos grados aquí en tu blog.
    Me encanta que asumas el rol femenino!
    Muy bien logrado!
    Un beso grande.

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  2. Hola Luna!
    Vos sabés que dudé bastante en asumir el rol femenino por temor a que no cuaje, que yo no sepa transmitir de la mejor manera lo que a ustedes (ellas) les pasa. Y en esta época de poca tolerancia, era para mi un motivo de freno...
    gracias por tus palabras de aliento!
    Buen finde!!
    Besos!

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  3. Chuuuu, que momento que metáforas increibles que escribis VHuuu!
    Y ahora hay un alma rondando por ahí que no ha probado tu medicina, eso es cuanto menos una lástima... un motivo de freno que horror ser mujer o morir
    Gran metafora la tuya
    saludos y Suerte

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  4. Eso es a lo que yo llamo un break inspirador. ¡Un abrazo, Etienne!

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  5. Hola Mucha!
    Por acá no fueron metáforas, más bien una literalidad que de ser mujer cumpliría. Entonces tal vez tengas razón en eso que decís, me pones a pensar...
    En el comentario en tu barrio, bueno, son cosas que pienso al leerte, tal vez no sea politicamente correcto, es lo que hay, jaja!
    Besos!!

    Hola Felipe!!
    Hay que sacarle el máximo provecho al descanso, todo lo posible.
    Abrazos!!

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  6. Hola otra vez..... llego un poquito tarde, pero por razones de fuerza mayor 😉.
    Me encanto tu relato erotico, tu descripcion en nuestra "autosatisfaccion" esas sensaciones que van aumentando en intensidad y placer.
    Y es tal cual, en la oficina antes cuando trabajaba de empleada administrativa era asi y mas cuando finalizaba el año era un caos, entre el balance anual, la reunion del consejo directivo, organizar los obsequios de fin de año, concertar las ultimas audiencias ante las vacaciones, reservar vuelos y pasajes de avion para mis jefes terminaba estresada 😧.
    Pero te digo eso seria imposible en la cocina de mi trabajo, hay mucho movimiento de gente. Pero en otro lugar mas intimo, seria un verdadero placer ☺.
    Besos y que tengas un lindo sabado.

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  7. Hola Gra!
    Tenía en mente un relato así, y lo fui modificando en cuanto a los participantes, a la escena, el escenario; el presente condiciona hasta a la ficción del blog, me hizo cambiar la idea inicial...
    Cosa loca el stress, cómo algo que no se puede ver ni tocar sea tan determinante en los seres. Tremendo lo que puede hacer en las personas, te hunde, te mal acaba, te vuelve alguien totalmente diferente.
    Y bueno, cambiale el telón de fondo que es lo de menos y dale, que la vida es corta!
    Besos de domingo!

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