jueves, 5 de junio de 2025

Masa anónima de encuentros casuales

En las ciudades modernas, por no decir los grandes amontonamientos inexplicables de gente, la múltiple diversidad de lugares en los cuales encontrarse a un conocido es increíble: en la fila del banco, en la espera del semáforo, en la góndola de los productos de perfumería del súper, en algún vagón o interno del transporte público, en el escritorio de reclamos de las compañías de servicios telefónicos y hasta a veces te los encontrás en la puerta del Mc Donald. Es decir, menos mal que uno nunca anda haciendo cosas reprobables, tales como pasear en horario laboral o explorando las vidrieras cuando deberíamos estar cumpliendo con nuestros deberes... En fin, sigamos.

Si este conocido ya ocupa un lugar en nuestra rutina, es fácil entablar alguna conversación, algún comentario, tal vez alguna mención a personas conocidas en común. Pero si el rostro solo nos es vagamente conocido y además, lo vemos sacado del contexto en que sí sería posible su rápido reconocimiento, pueden ocurrir confusiones lastimosas y a veces dolorosas... Es por demás común decirle un nombre que no es y confundirlo con su primo o directamente pensar que es el portero cuando en realidad es el marido de una compañera de trabajo. De ahí al ridículo, cuando no a la directa metida de pata hasta el cuadril hay una centésima de segundo. En esos encuentros salen a relucir nuestros dotes de memoriosos y relacionistas públicos, asociando parientes, recordando jefes o lisa y llanamente mintiendo acerca de cómo nos acordamos de la cena en que su sobrino se cayó de la silla. A su vez, la conversación suele ocurrir a voz en cuello por lo que se suelen recibir extraños aportes del resto de los paseantes, cosa nada agradable por cierto.
Mucha gente de los pueblos pequeños tiene la fantasía de pasear por una ciudad cosmopolita donde nadie los conozca, pasear sin tener que ir saludando a todos y asumir el anonimato de la masa, ni hablar de aquellos que salen de la mano con una pareja que no es la señora con la que dieron el "si" frente al señor gordo de túnica blanca y no quieren ser interrumpidos por un encuentro incómodo. Pero estas historias siempre terminan de la misma forma: siempre habrá alguien que comente: ¿A que no sabés con quién me encontré?


17 comentarios:

  1. Me has recordado a una pareja de amantes que había en el pueblo de mi padre. Se marchaban lejos, a la ciudad, para tener sus encuentros, al principio hoteles y poco más, luego se atrevieron a ir al cine, a cenar.. y, claro, les pillaron a la segunda cita :)

    No hay escapatoria, me temo

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    1. Jajaja! no hay caso, es tremendamente grande el mundo y siempre te vas a cruzar con alguien conocido, es ley.
      Como dice el dicho, si no quieres que se enteren, no lo hagas.
      Salute!

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  2. Ventajas de ser un conejo pestilente, nadie me conoce, no conozco a nadie, y no me preocupo en recordar caras haha creo que si varias personas me reconocieran de mi bloguito me golpearían.

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    1. Pero tus colegas, parientes, amiga chula del gimnasio, ex compas del colegio, tal vez algún acreedor o cliente...
      Lo del blog, todo puede ser mentira o todo verdad, no sé.

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    2. Aún si viera en la calle a mis colegas creo que ni los recordaría, a mis parientes mejor ni encontrarlos... mejor para ellos, la del gimnasio no regresó, no regresará y aún si la encontrara en la calle ya hasta me daría pereza pedirle la hora, paso. Clientes tal vez sí un mini saludo supongo, no sé.

      Lo del blog, todo puede ser mentira o todo verdad, no sé. WOW interesante reflexión. https://derpicdn.net/img/2013/10/28/458234/full.gif hmmm creo que una vez lo escribí en mi blog, la gente no sabe si lo que escribo aquí es verdad, mentira, ficción o un poquito de esto y otro de quello. Por más que les diga que son cosas de mi vida diaria y que escribo lo que veo y pienso no sé si el lector puede decir que todo es mentira y no hacerme ni caso o pensar que todo es mentira y seguir leyendo por el hecho de leer "cosas divertidas" que no saben si son reales pero les entretiene. Por ejemplo y volviendo a la chica del gimnasio; ¿Es creíble que cuando fui al gimnasio vi a una chica que me gustaba y ya? ¿Se escucha acaso muy irreal? Ahora que si hubiera dicho algo como "vi a una chica en el gimnasio mientras cargaba 400 kilos y 3 supermodelos italianas en bikini se frotaban en mi cuerpo, no le di importancia a esa chica rara..." creo que es más que obvio que no es cierto y estaría mintiendo, ahora bien puedo bien decir: "mientras cargaba 439875435 kilos vi a una chica que me gustó" esto lo he hecho desde siempre y hasta cuando hablo porque siento que es un tono humorístico y la gente puede darse cuenta perfectamente que la cantidad de peso es sólo una broma y que EN REALIDAD vi a una chica que me gustaba. Hmmm se me haría muy interesante preguntarle a los que me leen constantemente si realmente creen en lo que estoy escribiendo o si necesitarían fotos y videos, porque haber dicho "fui a Japón" suena increíble para algunos y si no fuera por mis fotos y videos creo que jamás se creería. Interesante todo esto la verdad.

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  3. Jeje..así es, encuentros incómodos, o inesperados!
    Hacía poco que había venido a vivir a Las Palmas de Gran Canaria, estaba en la playa con mi bebé, de las primeras salidas que hacía.
    En un momento me doy cuenta de que hay una chica en la toalla al lado mío,que me miraba. Yo no me daba cuenta de quién podía ser,porque... si apenas había llegado a vivir a otro país...quién me iba a conocer?
    En un momento se levantó y me preguntó si yo era Alejandra, le dije que sí...y me dice si no la recuerdo de ir al secundario (en 3º) un colegio al que fui solo un año, fuimos muy amigas pero luego la vida nos separo hasta 15 años después que nos encontramos en otro país!
    Así que mejor ni hablar de "cuernos"!!!
    Me encantó tu relato.
    es tal cual!
    Besos.

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    1. Esos episodios son memorables, en el lugar menos pensado, con las probabilidades en contra y aún así, pasan. Se ve que algo había quedado pendiente con tu amiga, no?
      Hoy en día con lo conectados que estamos, no se puede hacer nada sin que todo el mundo lo ve en redes...
      Besos para vos!

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  4. Yo tengo por estrategia esperar a que me saluden, si no me saludan primero, por más que reconozca a la otra persona, no diré nada y si luego llega alguna recriminación siempre tengo la carta de "no tenía los lentes" a mano o, la fulminante "y si me viste ¿por qué no me saludaste vos?"

    Saludos,
    J.

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    1. Tu estrategia está bien pensada y mejor ejecutada, respuestas varias para todo escenario posible. Tambiénse me ocurre que no sos muy sociable por lo menos en la vía pública, jaja!
      Abrazo J!

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  5. Si nos pilla de humor y en buen momento de ánimo un encuentro es grato para convencernos del don de la sociabilidad.

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    1. Pasa que depende de muchas cosas, el estado de ánimo es muy difícil de manipular y suele ser traicionero, cuando más necesites estar positivo, algo te va a pasar...

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    1. Más mierda sería no tener noción de la vida, por más inmunda que sea.

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    1. Hay que hacerse a la idea, es tan mierda como inevitable.

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  8. alguna vez me paso que a cada rato me encontraba a un chico que estaba en mi facultad, pero era una generación menor, resulta que estudiábamos ingles en la misma escuela pero en grupos diferentes, luego por azares del destino estudiamos francés igual en la misma escuela pero allí si ya en el mismo salón, entonces pues nos veíamos muy seguido y siempre decía que yo lo estaba siguiendo, el colmo fue encontrarlo una vez en el metro en una estación muy lejana de nuestras casas (porque para esto también vivíamos por los mismos rumbos), en fin, después de que salí de la facultad deje de topármelo

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    1. Esas situaciones son también usuales; luego uno cambia de rutina o recorrido y desaparecen; me acuerdo de cuando iba caminando al trabajo, a la misma hora estaba el portero de un edificio limpiando la vereda, con su chalequito y su escoba, era inevitable que lo vea. Luego me echaron de ese trabajo y ya no lo vi más.
      Cosas que pasan.

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