lunes, 16 de noviembre de 2020

Lo que un amigo le dice a sus amigos

Cuando el miedo te acorrale, te impida pensar fríamente y creas que no tenés salida, acordate que tenés una oportunidad.

Cuando la injusticia te agobie, te oprima con sus largos brazos y sientas que estás solo, acordate que tenés una mano tendida.

Cuando la soledad invada tu alegría, te encierre en un pozo y creas que nadie te sacará, acordate que alguien siempre piensa en vos.

Cuando tus problemas te superen y no sepas qué hacer con ellos y sientas que la desesperación te invade, acordate que tenés otra chance.

Cuando la desconfianza se apodere de tus sentidos y no puedas reconocer la sombra de una mano amiga, acordate que alguien ya te la ofreció.

Cuando la inmadurez ciegue tus ojos, te haga perder el rumbo y el cariño y la confianza de tus seres queridos, acordate que hay mucho tiempo para ser escuchado.

Cuando la impulsividad comande tus actos, no te deje reflexionar y marches alocadamente en tu vida, pará un segundo y acordate de tus amigos.

Cuando la agresividad sea el común denominador en todo lo que hagas y te sientas rechazado, acordate que la amistad no es racista.

Cuando pierdas la calma, te desesperes, te sientas en medio de un páramo desconocido, y no sepas hacia donde dirigirte, mirá en tu agenda de direcciones.

Cuando el egoísmo te tienda una trampa, te tiente y no sepas cuál es la elección correcta, acordate que tus amigos lo pudieron haber vivido.

Cuando la indecisión te vende los ojos, los cubra de oscuras dudas y haga peligrar tu seguridad, acordate que los amigos te pueden ayudar a sacarte la venda.

Cuando la tristeza se apodere de vos, te llene los ojos de lágrimas y el alma de penas, acordate que tus amigos te pueden prestar un hombro.

Cuando el orgullo te haga decir cosas que no sentís y te lance contra las personas que más querés, acordate que errar es humano.

Cuando la mentira sea uno de tus recursos para lograr algo y pretenda convertirse en tu aliado, acordate que tiene las patas cortas y es muy petisa para vos, no te rebajes.

Cuando la ingenuidad te quiera engañar como a un bebé y te quiera pasar por encima sin respetar tu decisiones como persona, contá con un amigo para luchar.

Y si la vida lo permite, cuando estés alegre, contento, con ganas de cantar, de saltar, de emocionarte, de contar algo que te pasó, de pedir un consejo o simplemente estar con alguien, ahí también acordate de tus amigos!


7 comentarios:

  1. Sabios consejos de un amigo pero sobre todo muy positivos, que ayudan a caminar por la senda de la vida.

    Y que mejor que la humildad del corazón.

    Un placer leerte.

    Mil gracias por volar en mi blog, qué gusto da leerte.

    Besos, poeta.

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  2. María, sentimientos negativos hay por demás, la única forma de cambiar las cosas es empezar por cambiar tu alrededor; si todos hicieramos eso, se viviría mucho mejor.
    Vos me empujás a volar, son tus versos la plataforma perfecta para hacerlo. Como te digo, los demás nos mejoran...
    Besos!

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  3. Tu entrada me recuerda esa canción de Bunbury que dice "Si ya no puede ir mejor y está cerca el momento, espera que sople el viento a favor."

    Muy lindo tu blog, seguiré pasando por estas tierras tan llenas de palabras.

    Anna.

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  4. que maravilla escritor me ha dejado sin palabras

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  5. Anna, muchas gracias por la visita que será esperada con ansia en cada publicación!
    Besos!!

    Mucha, dejarte sin palabras? Alguien que las sabe usar con maestría y precisión? Seguramente has cantado a voz en cuello y la disfonía te ha invadido! Besos y nos leemos!

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  6. No tienes nada nuevo Etienne, pero te dejo mis saludos deseándote una feliz semana.

    Besos.

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  7. María, ten conmigo un poco de paciencia... Ya saldrá a la luz algún otro texto..!
    Besos!!

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