Aquel hombre había absorbido del aire una suave manera de hablar, sus palabras eran brisa fresca para el que las escuchara, sus dichos eran bálsamo para las almas perdidas. Podía con su tono de voz tranquilizar incluso al más nervioso.
Ese hombre de tanto mirar al bosque había adquirido una mirada añosa, de verde paz, que ahora reposa en sus ojos cristalinos. Podía con su pacífica mirada transmitir una tranquilidad infinita a quien se perdiera en el inmemorial tiempo de su pestañeo.
Aquel hombre había aprendido de la inacabable soledad, del insondable silencio, una manera de ser pacífica, muy serena y cansina que se transmitía a todo aquel que se zambullía a la experiencia de compartir con él un momento de su vida.
Este hombre había aprendido a saber cuando era el momento adecuado para todo, cuando había que callar, cuando había que hablar y en ese caso, sabía con claridad las palabras que debía decir. Todos recurrían a él en busca de consejo, buscaban en él un guía, tal vez un gurú honesto que los sacara de cualquier predicamento que a alguien lo aquejara.
Este hombre ya se marchó pero dejó en la arena una clara huella que no se borrará tan fácil en la marea alta.
Carajo qué bonito, todo lo contrario a mí ¡Salud! y no ande tomando cerveza en vaso ¿pus qué es eso?.
ResponderEliminarQué es un vaso? qué es eso? qué es aquello y lo otro? qué es pus? me hizo acordar a este sketch...
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=wvy6lDiG7oY
A veces hacen falta lecturas como la de tu relato, porque nos sumergen en las cosas puras de la vida,en que la esperanza aún es posible...
ResponderEliminarQué precioso leerte.
Un besote!
La vida es pureza pero a la vez amalgama crueldad, dolor y muchas dosis de intencionalidad por parte de los seres que ejercemos esa vida. Y todo es posible, infinitas muestras hay de eso.
ResponderEliminarPreciosos siempre son tus comentarios por acá!
Gracias y besos!
Parece mentira que algo así pueda surgir de tanto dolor y miseria como cultivamos día a día..- supongo que esa persona viviría en una cueva, lo más lejos posible de un telediario.
ResponderEliminarSaludos
Cerca, te diría en una montaña o a orillas de un lago, a la sombra de una lengua añosa o de una araucaria milenaria. Lo que es cierto es que las noticias se las pasaba por el fondo del bolsillo.
EliminarSe puede ser así, está en nosotros cultivarlo. Abrazo Beau!
Aquel hombre imponía el orden en medio del caos.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Digamos que lo sugería, o que la gente veía con claridad que él tenía razón en todo. Jamás dijo "hacé esto o aquello", no era necesario.
EliminarAbrazo J!