Viste cuando lo sentís? Así de poderoso era, así de intensa era. Levanté la vista y me estaba mirando fijamente, sin motivo alguno más que lo que le rondaba en la cabeza.
- Ya no puedo más. - escuché que decía.- Siempre decís lo mismo, si alguna vez hicieras algo al respecto...
- Podría hacerlo, pero al segundo me arrepentiría. No le veo salida.
- Opciones hay, todas tienen riesgos y también oportunidades de ser una mejor persona.
- Vos lo decís porque no te importa nada, como dice ese graffitti en la pared.
- Dependo de vos, depende de cómo lo veas, tengo mucho que perder.
- ¿Me estás diciendo inestable? Yo no soy una persona impulsiva, menos...
- Bla, bla, bla! - en tono burlón.
- Me harté, no se puede hablar con vos.
Al volver a la cocina, ya estaba de mejor humor. No porque le gustara estar ahí ni hacer lo que se suele hacer ahí, sino porque el sol le había entibiado el hombro y los huesos ya no le molestaban tanto.
- Podría hacer algo, tal vez sentarme a tomar un vaso de cerveza.
- Eso apenas puede considerarse hacer algo.
- Siempre hay una observación a todo, no? No podés aceptar la cosa tal cual viene, siempre hay que tratar de corregirla.
- Pero tengo razón, no? Para mi, hacer algo implica al menos transpirar un poco. Mover los músculos, esa clase de "hacer cosas".
- Ya de oirte decirlo me acalambré. Aunque lo que me molesta no es que tengas razón, sino la forma de decirlo, con esa soberbia arrogante, con ese desdén sabelotodo.
- Alguien tiene que decirte las cosas, nunca hacés caso.
- Quisiera hacer caso, de verdad, pero también arruinás tu buena intención con horribles formas.
Frunció la boca, entornó los ojos pero no dijo nada. Eso fue nuevo a decir verdad, cada vez que esta conversación tenía lugar, la réplica no se hacía esperar pero esta vez, el silencio reemplazó a la burla.
- Gracias.
- Por qué me agradecés?
- Por salvarme. O intentar hacerlo...
UFFFF qué cosa, mi hermano cortó con su novia hace unos días y me parece leerlo ahí, él es un maldito perfeccionista que se cree perfecto cuando en realidad es más inútil que yo hahaha, es de esos ingenieros dioses que se creen intocables porque le gusta la programación y las computadoras y medio le sabe y su novia es... o era así como la del relato, uf qué cosas vengo a leer, lamentable que ella no haya podido salvarlo a él de sí mismo y tengo que yo ser el paño de lágrimas, es un buen gatito apestoso mi hermano sólo que los 3 Zavalas somos unos mamones arrogantes de mierda, supongo que sólo entre nosotros nos soportamos lo suficiente. ¿Quién toma cerveza en vaso? carajo, no.
ResponderEliminarCreerse un dios solo porque es un ingeniero, me hace acordar a los pilotos de avión que se pasean con el pecho inflado o los señores que trabajan en el petróleo que solamente por tener un mameluco de color flourescente piensan que son dueños del mundo.
EliminarBancalo a tu hermano, que llore, que alguna vez te puede tocar a vos!
Ese tipo de diálogos en la vida ordinaria y de pareja suelen ser monólogos impuestos, y como tal solo un pulso de ataques y defensas. Muy logrado tu texto.
ResponderEliminarEs algo similar a lo que pienso cada vez que escucho un diálogo en una película, usualmente no tienen nada que ver con la realidad.
EliminarDentro de una burbuja como puede ser una pareja (en este texto no era la idea original) el diálogo se parece a eso que decís, con un toque de estrategia ajedrecística.
Me ha gustado el diálogo de estas dos personas que has creado.
ResponderEliminarLa verdad es que siempre suele haber personas arrogantes que creen que lo saben todo y luego en realidad no saben nada.
Un placer leerte, Etienne.
Besos.
Algo de eso hay en esta mini conversación, que en su raíz no es tal, si no un diálogo con el otro yo del personaje real, el alter ego que se las sabe todo o eso cree...
EliminarPlacer es disfrutar tu visita!
Muy cotidiano y rutinario! Especialmente después de años de convivencia... Me encantó el relato,en pocas frases, presentás una situación que no necesita más explicaciones,porque tan solo con las pinceladas que nos dejás, nos contás una gran historia.
ResponderEliminarAplauso.
Un beso grande.
Las conversaciones literales me aburren, aquellas que hablan de cosas o situaciones concretas, aunque son más entendibles y rozan el chusmerío. Las charlas de borrachos, amigos que se sinceran, después de un asado en sobremesa, que son capaces de arreglar cualquier cosa, esas me gustan más. Y siempre una gran historia se mece entre líneas, que es la vida misma.
EliminarBesos!!
A veces nos tiran flotadores, pero nos empeñamos en ahogarnos, ya ves, nos debe parecer más digno o qué sé yo... a veces las personas que intentan salvarnos sólo están en nuestra cabeza.
ResponderEliminarCreo que estás igual de enloquecido que yo, mi idea original es alguien conversando con si mismo frente al espejo o en el silencio de la habitación en la que está, solo. Y a veces es la lucha interna entre morir con las botas puestas o dejarse ayudar, seguir sin escuchar nada o entender que no se consigue nada sin escuchar alrededor.
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