El día de la primavera empezó temprano, el sol alumbró la carpa y enseguida empezó a hacer calor en su interior. El cierre cremallera subió veloz, el joven salió y otro cierre bajó para dar lugar a la primera meada del día, densa y urgente, cargada de cerveza y otros líquidos menos definidos. Alrededor, en un gran espacio arbolado se esparcían decenas de carpas, iglús de diferentes tamaños, alguna que otra casilla y parrillas que ya empezaban a echar humo. Latas, botellas y platos sucios se acumulaban sobre la mesa de hormigón y en el piso, colillas decoraban la tierra junto a piedras y algún que otro pedazo de vidrio.
Abrió los brazos, los sacudió y emitió un fuerte bostezo; los pocos que estaban despiertos lo miraron y lo saludaron con un leve agitar de manos. Abrió un táper y miró qué había adentro: dos pedazos de tarta de jamón y queso, una empanada de carne y varios trozos de asado y hamburguesas; mientras esperaba que se caliente el agua para el mate mordió la tarta distraído. Al mismo tiempo que la pava comenzaba a vibrar, escuchó un quejido sordo que venía desde dentro de la carpa, así que apuró el llenado del mate y se cebó el primero y los dos siguientes para asegurase que no esté muy amargo. Puso el agua en el termo y con el mate listo se metió en la carpa.
Al fondo una cabellera oscura y algo despeinada se empezó a mover; en el otro extremo los pies empujaban la frazada, dejando al descubierto unos estilizados talones. Posó su mano sobre el muslo y la fue subiendo lentamente hacia su nalga; con ternura lo apretó mientras susurraba algunas palabras.
Unos ojos miel aparecieron tras los párpados soñolientos; las comisuras se curvaron hacia arriba en una media sonrisa al ver frente a su rostro el mate humeante.
- Buen día dormilona- dijo a media voz - acá te traigo un matecito calentito.
Se apoyó en el codo y se inclinó hacia ella, apoyó sus labios en los de ella en un tierno beso, apenas mordiendo la piel, apenas sintiendo el brumoso aliento.
Ella se tomó en dos sorbos el mate, lo apoyó al costado de la colchoneta y arrastró su cuerpo cálido hasta el de él, puso la mano en su nuca y alineando sus caderas, empezaron a disfrutar de la primer mañana de la primavera.
viernes, 26 de septiembre de 2025
Hola primavera!
Etiquetas:
Memoria emotiva,
Personajes,
Vida ciudadana
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