El ser humano tiende a buscar respuestas para todo, explicaciones que tal vez le
den un poco de luz a su opaco, finito entendimiento; porque no puede aceptar que no hay un motivo por el cual vivimos.
Quiere saber para comprender, indaga para llegar a una conclusión, se
pone objetivos a todo plazo y trabaja para cumplirlos.
Cada individuo mira hacia adelante en busca de su felicidad, navegando
en un mar inhóspito, aferrado a bloques que como cualquier objeto por
allí está sujeto al capricho de las corrientes. A veces van en la
dirección deseada, otras nos desesperamos braceando con ahínco sin
aceptar que quizás el retroceso sea parte de un aprendizaje.
Ciertos procesos se repiten en forma cíclica, en forma insistente. Esto
nos dejan un doble sabor, una mirada bifurcada. En primer lugar nos
parece familiar, una sensación de deja vu, un lugar conocido pero no
reconocido. También amargo, en definitiva si una cosa se nos vuelve a
presentar en la vida es quizás porque la primera vez no fuimos capaces
de aprender de ella y es necesario volver a vivirla para realmente
crecer como persona.
Caemos y nos levantamos; tropezamos y volvemos a mirar hacia arriba. El
convencimiento de que nos merecemos estar de pie nos hace peligrosos,
nos hace respetables.
Cuando llega a nuestra orilla algo extraño, algo nuevo, inmediatamente
lo apropiamos y queremos saber todo de él, preguntamos e indagamos. Yo
estoy seguro que es al revés. Las cosas que hacemos, hablamos, las
persona que nos rodean, las dudas y preguntas que nos hacemos es lo que nos dice todo de nosotros
mismos.
Aquel bloque que se arrima a nuestra puerta responde a algunas de
nuestras preguntas, alguna necesidad que nos está aquejando. Viene en
nuestra ayuda, viene a aportar algo de claridad.
Exactamente, estoy de acuerdo, todo lo que llega a tu vida trae un aprendizaje,un mensaje, una vivencia, que puede ser desde el dolor o desde el amor.
ResponderEliminarEn nuestra percepción es donde se puede producir la distorsión y verlo de una forma que no es.
Me encantó esta reflexión!
Un beso Etienne,
Los humanos, esos gorilas con ínfulas, somos criaturas juguetonas y curiosas. Necesitamos retos, aprendizaje... nos construimos a través de lo que tomamos del mundo. Por desgracia, a veces, también lo destruimos, esa es la cara fea de lo que somos.
ResponderEliminarPienso como tú, todo lo q sucede tiene un por qué, incluso aunque nunca lo sepamos, lo peor que nos pueda ocurrir deja de ser así de terrible cuando nos sirve para aprender algo ...de hecho a veces pienso q eso malo q creemos nos ocurre , es lo mejor q nos podía ocurrir ... tú ya me entiendes jajaja Me ha gustado lo que creo has intentado decirnos...creo ; ) Un abrazo !
ResponderEliminar