lunes, 24 de marzo de 2025

Nada

Atrás de mi quedaron las peligrosas penurias, la travesía por el borde del mundo y el filo decadente de incontables peligros y después de tanto tiempo he llegado.

Nada.

Al final de todo, no quedó nada. Lo que existió se consumió en medio de espeluznantes gritos, se transformó en otra cosa que no es sino la muerte en vida o simplemente se hizo recuerdo. La tierra yerma impasible se deja arrastrar por las ráfagas violentas de un viento mortal.

Tanto afán para cumplir los deseos, tanto apuro para llegar al final, solo para encontrarme con un desierto infinitamente vacío. Sopla el viento siniestro, silba entre los ramajes desnudos de algunos flacos árboles que no son sino sombras muertas de un pasado olvidado. Pobre metáfora de un futuro que nunca existió sino en mis sueños; berreta figura de una promesa que nunca se cumplirá.

Nada.

Ni siquiera odio ni rencor; ni frustración ni reproches; ni bronca ni desprecio. Todas las voces que alguna vez se alzaron, mudas. Todos los brazos que alguna vez se sacudieron, estáticos. 


Lo que pudo haberse sentido en algún momento, ahora ya no es más que historia. Dejó lugar, si cabe la expresión, a un vacío etéreo, a una nada potente. Tal vez miedo, aunque no sé ya lo que eso signifique.

Ahora que no hay sino desolación, soledad infinita en la penumbra de un atardecer que lo cubre todo, miro hacia adelante. Atrás no hay nada que me interese. Adelante tampoco, pero no hay opción.

6 comentarios:

  1. Cuando pones nuestras vidas, las vidas de toda la historia de la humanidad, en una línea temporal y te alejas lo suficiente... todo se reduce a eso, a la nada.

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    1. Eso es muy sobrecogedor, darte cuenta que somos una partícula ínfima, que somos nada en la nada misma. Y nosotros pretendiendo ser la gran cosa...

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  2. Uf Etienne, este texto,en este día publicado,no deja de ser un grito al vacío,al desierto que queda después del horror...
    Tremendo, perfecto y desolador.
    Bravo.
    Un beso grande!

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    1. Algo distópico, algo apocalíptico, un ambiente desolador, un paisaje arrasado. La idea final de que no hay futuro, aceptando esa realidad sin decantar en la típica violencia o tendencias suicidas que caracterizan estos escenarios.
      Me gusta esa idea, aunque no sabría sobrevivir en ella si me tocara...
      Besos!!

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  3. Carajo qué profundo, se siente la nada de la que habla, y la necesito, en estos momentos estoy tan estresado, porque van a hacer arreglos en mi casa y tengo todo hecho un desastre, realmente parece que pasó un huracán o como si estuviéramos en unas de esas películas de refugiados, donde todo se ve muy precariamente acomodado, con pasillos MUY muy muy apretados donde apenas pasa una persona caminando de lado, y es que las remodelaciones, arreglos, reparos y demás necesitan espacio y pues toda nuestra casa madriguera está toda como empujada a los rincones y envuelta en plásticos para que no les entre las toneladas de polvo que saldrá de la construcción y demolición.

    Necesito esa nada, necesito el descanso, necesito pasear por un parque japonés antes de ir a todos los lugares que quiero visitar. Necesito NADA ahora más que nunca.

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    1. Tranqui Conejo, que una vez que arranque la demolición no vas a estar ahi...
      Hay nadas confortables, de esas que nublan la mente y te hacen pensar que es el mejor estado de todos. Hay nadas que son definitivas, irremediables. Y hay nadas que son como paños blancos listos para ser decorados, creados, rayados.

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