Yo creo que nos ocurre a todos que cuando algo nos falta, más lo añoramos. Como quien dice, nos damos cuenta de lo que teníamos cuando lo perdemos. Y estar en un lugar donde casi nunca llueve, mientras en otros se bendice la tierra con una densa cortina de agua, me provoca algo de envidia...
Siempre hubo en la lluvia algo que me llamaba la atención, que me provocaba inquietud. Cada vez que comenzaban a caer gotas del cielo, perlas que se destruyen al tocar la tierra, me ponía a mirar por la ventana, hipnotizado, como se formaban los charcos en el suelo, como corría el agua por el cordón de la vereda, arrastrando los papeles y las colillas de cigarrillos.
La luz gris penumbrosa, las nubes violentas, el frío repentino y darte cuenta como cambiaba el ambiente, la humedad penetrante me generan agradables imágenes, aunque jamás se me ocurrió preguntarme de donde venían ni cómo se formaban; aceptaba el hecho como algo natural y así era más fácil disfrutarlo.
Hubo una sola vez que la temperatura me permitió quedarme bajo las gotas, sentir que se te humedece la cabeza, que empiezan las gotas a correr por la nuca y la espalda. La terraza se llenó de música, era año nuevo y el abundante brindis se diluyó con cantos desafinados bajo la lluvia.
Algunas cosas sólo ocurren cuando llueve. La intimidad arrullada, el juego de cartas, tal vez un tablero, un brindis de a dos frente a un fogón, adquieren mayor relieve bajo el golpeteo de las gotas contra el cristal de la ventana.
Un abrazo apretado, un cruce de miradas reteniendo impulsos, una despedida que pretendía ser un hasta luego, cosas que se recuerdan diferente si ocurren bajo una cortina de agua.
Ahora que las nubes sólo sombrean tímidamente el celeste y se resisten a soltar su carga, me doy cuenta cuanto extraño la lluvia, por ella y por todo lo que ocurre en su compañía.
Adoro la lluvia, ver llover,oírla, sentir el aroma... Es de las cosas que más extraño de Buenos Aires, la lluvia... Tu precioso texto me llevó a ese recuerdo tan presente aún...
ResponderEliminarMe encantó leerte!
Beso grande.
Tiene un gran poder transformador, del paisaje que baña y del espíritu de quien ve llover también.
EliminarGracias por tus palabras!
He perdido la cuenta de la última vez que vi llover... antes, el buen tiempo era el sol y la playa, ahora parece que es lo contrario. Que el buen tiempo sería esa bendita lluvia que nos ha dado la espalda...
ResponderEliminarLa lluvia y su olor, la lluvia y ese manto verde que lo cubre todo...
Volvé a contar, no puede ser que no te acuerdes la última vez que llovió, seguro algo memorable te pasó. Ya no se sabe cuándo es buen tiempo, supongo que depende de la actividad que queramos hacer.
EliminarAh, el olor a lluvia recién precipitada es de esos que no se confunde con nada. Y tiene nombre raro, también recordable.
«Algunas cosas sólo ocurren cuando llueve». No por lógica deja de ser menos preciosa esta frase.
ResponderEliminarBesos.
No porque ocurre todos los días nos deja de sorprender la belleza del amanecer. Y con un escenario indicado, todo lleva a que sucedan cosas memorables y preciosas tal como dices!
EliminarSiempre nos percatamos tarde de lo que teníamos y ya no nos pertenece. Es una constante.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Si la humanidad supiera cambiar esta constante por variable, no te parece que sería una mejoría? Que alguien se dé cuenta del incalculable valor de lo que tiene a su lado le ahorraría unas cuantas lágrimas.
EliminarMe ha encantado Tiene mucho de romance, de romance de los buenos. Brindo por mi Tierra
ResponderEliminarsaludos
Es como que siempre el romance atraviesa todo, lo escrito, lo que uno dice, las canciones que escuchamos lo hacemos con una pátina de romance...Brindemos por eso!
EliminarQue hermosura lo que has escrito. Cuánta razón tienes!Siempre o casi siempre vemos bonito lo que está más allá, lo que no tenemos tan cerca o lo que ya no existe en nustras vidas. Sin embargo todo es motivo( o deberia serlo) de apreciacion y agradecimiento. Y este homenaje a la lluvia que quizas sin querer la envuelven de forma tan romantica , es de verdad un encanto. Por aqui en Mardel, llueve bastante seguido , por suerte no he tenido tiempo de extrañar las lluvias que de más esta decir me gustan y mucho. Agradezco tu visita y tus palabras en mi blog y que te lleguen las disculpas por las veces que no estoy por aqui. Abrazoooooo grandeeeeee y ya casi, bonito fin de semana!!!!
ResponderEliminarEstoy convencido que a todos nos llegan diferentes cosas que nos hacen sentir agradecidos o de una forma afortunados por ser protagonistas de eso. Hay quienes todavía no logran verlo...
EliminarEntiendo los tiempos de cada uno, me alegra que hayas podido hacer orden y volver a escribir que tan bien lo haces y desde ya súper agradecido de que me brindes estas líneas y dejes tu indeleble huella en la Ciudad.
Abrazo y beso!!