lunes, 20 de junio de 2022

Alertas nostálgicas de precipitaciones

A todos nos suele ocurrir que cuando algo nos falta, más lo añoramos. O cuando necesitamos algo, eso nunca aparece. 
Estar en un lugar donde casi nunca llueve, donde las nubes circulan a velocidad de multa sin cumplir su función de humedecer la tierra mientras en otros se bendice la superficie con una densa cortina de agua, me provoca algo de envidia...
Siempre hubo en la lluvia algo que me llamaba la atención, que me provocaba inquietud. Cada vez que comenzaban a caer gotas del cielo, perlas que se destruyen al tocar la tierra, me provocaba mirar por la ventana cómo se formaban los charcos en el suelo, cómo corría el agua por el cordón de la vereda, arrastrando los papeles y las colillas de cigarrillos.
La luz gris penumbrosa, las nubes violentas, el frío repentino y la humedad penetrante me generan agradables imágenes, aunque jamás se me ocurrió preguntarme de donde venían ni cómo se formaban; aceptaba el hecho como algo natural y así era más fácil disfrutarlo.
Hubo una única, excepcional vez que la temperatura me permitió quedarme bajo las gotas, sentir que se te humedece la cabeza, que empiezan las gotas a correr por la nuca y la espalda. La terraza se llenó de música, era año nuevo y el abundante brindis se diluyó con cantos desafinados bajo la lluvia.
Algunas cosas sólo ocurren cuando llueve. La intimidad arrullada, el juego de cartas, tal vez un tablero, un brindis de a dos, adquieren mayor relieve bajo el golpeteo de las gotas contra el cristal de la ventana.

Ahora que las nubes sólo sombrean tímidamente el celeste y se resisten a soltar su carga, me doy cuenta cuanto extraño la lluvia...

3 comentarios:

  1. Tener a la lluvia abrazando esos recuerdos, como no extrañarla. Quizas pensas que extrañas la lluvia, pero en realidad extrañas a las personas y esos momentos de encuentros en tu terraza. A mi tambien me trae noslagia cuando estoy en casa, pero cuando llueve imprevistamente; cuando salgo del trabajo es como una aventura tratar de llegar lo menos mojada posible, pero si es en verano mojarme con la lluvia es un placer 😊.
    Aca por lo general llueve mucho, en invierno hasta dos semanas seguidas, nos quedamos sin ropa seca jajaja el placar en el tendedero 😊.
    Pero si se pueden disfrutar muchisimos momentos cuando llueve, como los que nombras.
    Un beso Etienne.

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  2. No extraño querido lo que no funcionó.No estoy loca prefiero vivir sola a estar con un loco furtivo
    Hermosa tu entrada

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  3. Hola Gra!
    Quizás sea la lluvia el punto en común de todos esos momentos y por eso uno se confunde, pero estoy muy de acuerdo en que se extrañan esos instantes mágicos, flashes de felicidad, recuerdo grabados a fuego, palabras susurradas, besos furtivos, abrazos que llegan a doler de tan apretados... Ah si, la intensidad de la juventud!
    Besos!!

    Hola Mucha!
    Si no funcionó, por algo está en el pasado. Estoy con vos en eso de mejor solo que mal acompañado. Y en esos casos, no se extraña sino que se recuerda para no cometer el mismo error! La lluvia allá en la peninsula debe ser gloriosa, no?
    Besos húmedos de lluvia!

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