Apenas escuché el suave murmullo del agua acercándose al punto en que ya hervida no sirve para la infusión, giré la perilla de la cocina para hacer desaparecer la llama y extinguir así su calórico poder.
Me quemé los dedos al intentar tomar la pava por la agarradera; tuve que servirme del repasador, rodear con él el mango y humedecer de esta forma la yerba en su cuenco original.
La bombilla, inmóvil en su lugar, sirve de puente y conector entre el fulminante sabor terrestre y su inevitable destino.
Miro fijamente la superficie espumosa mientras la música que suena envolvente me eleva con suavidad; el abrazo del sol y sus rayos fraternales me adormecen. Apenas se perciben los sonidos de la calle, ahogados por la altura, entumecidos por el leve fresco que de la mano del otoño se va adueñando del ambiente.
Sorbo de a ratos, el calor se transmite del mate a mi mano, de la boquilla a mis labios, del agua grumosa a mi garganta. La pava refleja brillante sobre la mesa la tranquilidad que le presta el prematuro ocaso blanquecino.
Se me turba la mirada, se me agarrota la garganta, la emoción barrunta mi espíritu. Te recuerdo tan nítida que a veces me equivoco y te cebo un mate pensando que estás en la ronda y me obligo a tomarlo, triste.
Miré de nuevo hacia la habitación, revisé el balcón y también debajo de la mesa; casi se me cae la yerba inclinado de rodillas al lado de la cama. Lo que no pude evitar que caigan fueron mis lágrimas al recordar tus mates dulces de edulcorante en la mañana, verdadero veneno para el estómago como tu amor para mi corazón.
Aparté de un manotazo esos recuerdos, tiré la yerba a la basura y salí del departamento dando un portazo.
que bien escribes tienes talento innato en ti
ResponderEliminarque dejas en tu camino mientras sigues caminando
Mucha, gracias por el reiterado halago!
ResponderEliminarMe gustaría saber si te traslada, te evoca, te lleva a un momento olvidado o trae un rostro del pasado, con eso me doy por satisfecho. Te deseo el mejor de los domingos!
Besos!!
¡Yo también le cocino a los ausentes!
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Etienne. :)
Felipe, es como volver a compartir con ellos momentos ya idos y de los nuevos también.
ResponderEliminarInevitable recordar.
Abrazos!
Veo que haces honor al mate!!! ajajajja
ResponderEliminary gracias a Dios que existe para borrar esos recuerdos!!
Ahora fuera de broma.. a veces, algunas personas se llevan una pequeña parte de nosotros y aparece una mezcla de nostalgia pero también de impotencia. Buen relato Etienne!!!
Un abrazo grande y feliz noche!!
Buen relato a veces los recuerdos no nos dejan. Te mando un beso
ResponderEliminarEnamorada de las letras
Eli, a mi me encantan los recuerdos, los acaricio, los revivo, los mejoro (por qué no?) y me recuerdan que estoy vivo, que di parte de mi, que fui parte de la vida de alguien y por que no, pienso y creo que soy parte de los recuerdos de otra persona!
ResponderEliminarBesos trasnochados!
JP, y mejor que así sea, que nos asalten en plena noche de desolación y abrazarnos a ellos o en pleno salto de alegría y compartir con ellos. Al fin y al cabo, son parte nuestra.
Besos en fila!
Qué buen relato, Etienne, he ido visualizando las escenas, y me has adentrado en tu historia. Tantos recuerdos que a veces nos invaden entre nostalgias.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus comentarios en mi blog, espero me perdones por mi retraso.
Besos.
Hola Etienne!
ResponderEliminarPerdon por llegar tarde... pero ya estoy con vos.... me podrias convidar un mate? mientras te comento lo voy tomando....
Me encanto tu memoria emotiva...tomando mate, para mi uno de los mas lindos momentos para compartir con alguien,y hay recuerdos que duelen y se atenuaran con el tiempo o cuando generes nuevos recuerdos con otras personas.... el tiempo dira.
Me gusto el final y ese portazo me quedo sonando.... :)
Besos para vos y espero que no este haciendo mucho frio por tu ciudad!!
María, se me ocurre que a mucha gente le sucede o le ha sucedido alguna situación similar por lo que sumergirse en la escena y sumarle elementos personales es una consecuencia lógica.
ResponderEliminarCómo digo siempre, no es necesario el perdón si nunca existió la ofensa.
Beso de conciliación!
Gra, cómo andas??
Acá tengo un mate cebadito para vos, espero que te guste amargo... Los recuerdos se van moderando, los dolorosos y los alegres, los vergonzosos y los eufóricos. Y el portazo era para espantar a los fantasmas del recuerdo, esos deben quedar atrás, porque eso son, recuerdos d cosas que ya pasaron.
Besos frescos de otoño!
Etienne, y aquí estoy también yo,del otro lado del océano,con mi mate,mi bombilla y mi termo.
ResponderEliminarMe recordaste en un instante todo mi pasado.
Hermoso.
Hola Luna!
ResponderEliminarEl mate acompaña y no abandona, al igual que el pasado, que también nos forma y nos compone!
Que tengas linda semana!!