En un pequeño pueblo de Escocia hay una más pequeña librería en donde venden libros con una página en blanco perdida
en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar
las tres de la tarde, muere. En un primer momento pareciera que son dos hechos que difícilmente ocurran al mismo tiempo, sin embargo las probabilidades son parecidas a cualquier catástrofe de índole cotidiana. Muchos suicidas, tiktokers y buscadores de aventuras se acercan para desafiar los coeficientes.
Por mi parte, las dos veces que estuve en ese pueblo
fueron experiencias muy diferentes. La primera vez fue en un tour organizado por un instituto de inglés, no nos quedamos demasiado tiempo, aunque recuerdo especialmente el beso que te robé justo cuando bajábamos del bus para visitar un set de alguna película de la que no me acuerdo el título. La segunda vez, ya informado de la existencia de la librería, fui y compré una cantidad de libros en un último intento desesperado por olvidarte. Me puse a leer
bajo un roble, sentado en sus raíces y cobijado por su ramaje. Abracé la
idea de morir en ese lugar, con un libro en las manos; me pareció que
tu recuerdo merecía un homenaje en tierras lejanas y pletóricas de
historias de coraje y sacrificio. Pero avanzaba en la lectura y los libros se
terminaron antes de que pudiera siquiera encontrar esa página huérfana
de palabras. En otra visita a la librería, le quise hacer trampa a la maldición y me aseguré que tuvieran esas
páginas asesinas espiando el contenido de los volúmenes. Aún así, los libros pasaron sin ni siquiera haber sentido un
pequeño dolor de cabeza y no pudiendo hacer coincidir el reloj con la ausencia de palabras. El recuerdo de tus labios tibios dolió aún más.
Al volver a casa, y sintiéndome abandonado por la misma Muerte, la encontré esperándome en la puerta.
- ¿Por qué me ignoraste? - pregunté, después de superar el sobresalto.
- No te ignoré, te di tiempo para que conocieras el verdadero motivo de tu muerte.
Al volver a casa, y sintiéndome abandonado por la misma Muerte, la encontré esperándome en la puerta.
- ¿Por qué me ignoraste? - pregunté, después de superar el sobresalto.
- No te ignoré, te di tiempo para que conocieras el verdadero motivo de tu muerte.
- ¡Yo quiero morir de amor! - protesté un poco decepcionado.
- Podés elegir casi todo en la vida, menos la forma de morir. Suena irónico pero es una verdad inmodificable- dijo la Muerte con un tono monocorde pero vibrante.
- Podés elegir casi todo en la vida, menos la forma de morir. Suena irónico pero es una verdad inmodificable- dijo la Muerte con un tono monocorde pero vibrante.
- Ah! ¿y los que se suicidan? ¿acaso no están eligiendo?
- Eso podría parecer a primera vista, aunque la elección de ellos sería poseer lo que les falta- me pareció que algo la apuraba.
- ¿Tengo tiempo de reconquistarla?
- Lo lamento, son las tres de la tarde.
- Lo lamento, son las tres de la tarde.
Hay Etienne, sabes me agrado mucho tu relato,
ResponderEliminares cierto, la muerte nunca avisa, llega y
algunas veces nos agarra desprevenidos, tampoco
me gustaría saberlo.
Besitos dulces
Siby
Holaa Siby!
EliminarSin dramatizar, como algo que indefectiblemente va a ocurrir, se me ocurre vivir todos los días tratando de no dejar asuntos pendientes, por si acaso, jaja!
Besotee!
Qué bonito el relato! me encantó como lo escribiste...
ResponderEliminarHasta ese final que nadie quiere para el protagonista,me parece brillante.
Disfruté muchísimo leyéndolo!
besos!
Holaa Luna!
EliminarPor ahi, ese final era el que deseaba, a falta del corazón amado. Se me ocurre que se quedó con las ganas de robarle más besos o tal vez de pasar más tiempo juntos...
Besoteee!
Esperaba que la muerte hubiese hablado en mayúsculas ;)
ResponderEliminarMorir de amor, nadie muere de amor, sólo se nos muere una parte de lo que somos, una parte pequeña, casi invisible, pero muy importante... Cuando estamos a punto de entenderlo todo, eso, llegan las tres de la tarde.
Holaa Beau!
EliminarPuede que tenga un tono gutural, vibrante, pero nunca gritaría ni levantaría la voz, tiene todo el tiempo del mundo y al final, siempre gana.
Lo de morir de amor, claramente es una figura romántica, típica de literatura. Pero también es muy cierto que hay gentes que al desaparecer físicamente su pareja, se dejan morir.
Besooss!
Eso sí lo he visto, lo de abandonarse, un dejarse ir.. es cierto, mi lado cínico no había clasificado eso como amor, a saber dónde lo habrá archivado..
EliminarLo de las mayúsculas era por los libros de Terry Prachet, se sabía si un personaje era la muerte porque hablaba en mayúsculas ;)
Supongo que ausente la persona dueña de nuestro amor, solo queda el "desamor" o lo opuesto del amor y como se llame.
EliminarAh, no conozco al autor y no pude entender la referencia, me fui para el lado del mensaje por celular en el que si lo escribes con mayúsculas, significa que elevas el tono de voz.
que lindo final, dieron las tres y fue momento de partir...
ResponderEliminarel ultimo baile con la fría dama de la muerte, un vals...
Así es Carlos, llegó el momento que había esperado, y así y todo, lo agarró desprevenido y con los preparativos a mitad de camino.
EliminarAbrazoo!
Yo también quiero morir de amor.
ResponderEliminarBueno, eres libre de fallecer como quieras, jajaj! Creo entender o inventar el tono del mensaje y deducir que no has encontrado aquella persona o cosa que merezca todo tu amor.
EliminarTe queda ser actriz, es una buena opción con resurrección incluida!
Wuau esta vez has escrito un relato, se te da genial este registro, Etienne, me ha encantado.
ResponderEliminarMuy romántico eso de morir de amor, aunque yo prefiero morir de felicidad jajaja.
Besos
Holaa María! Lei varias veces tu comentario y es cierto que el morir de amor está asociado a una pena, un dolor o una ausencia, o sea, tiene más connotación negativa. Nadie muere de amor porque está excesivamente feliz, jajaja!
EliminarYo, por ahora, prefiero no morir!!
Besos inmortales!
"El recuerdo de tus labios tibios dolió aún más." UFFF cómo me llegó esa oración carajo. Ya volví, le aviso que no voy a poder ponerme al corriente leyendo su bloguito porque antes que nada más eran usted y el maestro José era fácil ponerme al corriente, ahora que somos 43895049385 amiguitos para leer en mi blog, tengo MUCHO que leer y no tengo mucho tiempo la verdad, tengo muchísimo trabajo que hacer ahora, PERO eso no significa que no voy a pasar a leer sus bloguitos, de hecho sí voy a pasar porque me encanta leerlos, es sólo que no voy a poder ponerme al corriente con todos ustedes la verdad, pero aquí sigo, eso no lo duden.
ResponderEliminarHola Conejo, me alegro que haya vuelto, más me alegro que haya hecho semejante viaje. No le voy a decir que se notó su ausencia, no sea cosa que se suba a los laureles...
EliminarAunque duela, nunca hay que "reconquistar" a nadie.
ResponderEliminarLo que fue, fue. Lo es, será.
Saludos,
J.
Se aplica a todo? Territorios, destrezas y habilidades, sueños?
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